¿QUÉ ES LA RENTA BÁSICA?

José Iglesias Fernández (27-12-2003)


Última síntesis del modelo fuerte de Renta Básica. El desarrollo de una lectura anticapitalista de la Renta Básica, que a su vez permita disponer de un "modelo fuerte que sirva de metro” para evaluar las bondades de tantas propuestas similares como están proliferando últimamente (las definidas como modelos débiles), fue iniciado a partir del estudio La Renda Bàsica a Catalunya, Fundació Bofill/Editorial Mediterrànea. Barcelona 2002. Posteriormente, el modelo fuerte fue ampliado en Las Rentas Básicas: un modelo de implantación territorial, Editorial El Viejo Topo. Barcelona  2003.

Sujeto a continuo perfeccionamiento, en esta fecha de diciembre del 2003, el esquema del modelo fuerte queda definido así:

Desde una interpretación crítica, el modelo fuerte de RB se define por contener unas características estructurales, que son: Y por unas características de opción política, que son:

Justificación de la RB desde una lectura anticapitalista

¿Aportar una justificación para ir contra el capitalismo?, indispensable; ¿demostrar la idoneidad de la RB como instrumento para luchar contra el capitalismo?, necesaria; ¿enredarse en una justificación de la RB para sostener el capitalismo?, irrelevante.


En su definición general, la Renta Básica (RB) es el derecho que tiene cada ciudadano a recibir unos ingresos periódicos, que aseguren la cobertura de sus necesidades materiales independientemente de cual sea su situación dentro de la esfera productiva. Se justifica por el mero hecho de nacer el que cada una de las personas tenga reconocido el derecho ciudadano a la RB. Antes de pasar por el mercado de trabajo en busca de empleo asalariado, el ciudadano habría de disponer de una renta de existencia que le permita decidir sobre su vida, por que caminos y conque medios ha de buscar unos ingresos por su actividad, el salario correspondiente a la venta de la fuerza de trabajo. Esta es la cuestión de fondo. Que las personas que deseen ejercitar el derecho al trabajo asalariado puedan practicarlo, pero, para ello, se ha de eliminar todo elemento que introduzca exigencia, obligatoriedad, es decir, que suponga una imposición. Y la condición para conseguir esta situación de poder decidir como persona consiste en el reconocimiento del derecho ciudadano a la renta básica, hecho por el cual se reduce tal dependencia, tal obligación, tal imposición de la patronal. Además se impide que la cobertura  de dos contingencias tan seguras, como son el quedarse sin trabajo (subsidio de paro) y el llegar a viejo (pensiones), no dependan del paso por el mercado asalariado, no dependan del poder del empresario. Hay que conseguir una situación en la que el ciudadano alcance y disponga de una nueva dimensión de la responsabilidad individual, entendida desde la libertad y no desde la cruda necesidad, condicionada por los intereses de la dictadura de la burguesía.

De forma más esquemática, la RB consiste en el derecho de todo ciudadano/a a percibir una cantidad periódica para cubrir sus necesidades materiales, y sin ninguna contrapartida a cambio:

Este derecho a la RB, y la correspondiente cantidad que se asigne a la misma, suponen un colchón que permite al ciudadano y al trabajador defenderse mejor de la contingencia de un despido libre y gratuito, de la arbitrariedad y la incertidumbre que la patronal ejerce a través de los contratos temporales, de una mayor capacidad para negociar individual y colectivamente niveles salariales, condiciones de trabajo, vacaciones, horarios, movilidad funcional y geográfica, flexibilidad, etc.

A su vez, a los sindicatos les daría un mayor poder para enfrentarse a la patronal, especialmente cuando tuvieran que recurrir a la huelga, ya que la RB se convierte en estas situaciones de conflicto en un fondo de resistencia que puede utilizar cada trabajador contra el miedo al despido, al paro, a la pérdida de las remuneraciones salariales. Buena parte de la economía sumergida se integraría en la formal, al perder esta la posibilidad de pagar salarios por debajo del umbral de pobreza, al no tener que pagar las cotizaciones a la Seguridad Social, y al incrementar la inspección contra el fraude fiscal.

Otras ventajas sociales de la RB consisten en fomentar la igualdad de la mujer y el hombre en el mercado de trabajo; el trabajo femenino podrá exigir que, a igual trabajo, igual salario; mano de obra masculina y femenina podrán negociar mejores salarios ante la proliferación de empleos de bajo coste. Igualmente, el hecho de refundir todas las prestaciones sociales en la RB permitiría eliminar el estigma del paro y su correspondiente subsidio, el estigma del pensionista y sus correspondientes prestaciones sociales, y el estigma de la pobreza y sus correspondientes limosnas (públicas y privadas). Ayudaría a afrontar la problemática que encuentran las personas que salen de la cárcel y no encuentran empleo por su pasado de delincuencia, o de las personas que padecen drogadicción, que han de apelar al robo para poder comprar el estupefaciente y atender la compulsión que provoca la adición.

Finalmente, y no menos importante, podría utilizarse como fondo de referencia desde donde comenzar otras formas alternativas de consumo, en el sentido de vivir mejor con menos, de un consumo justo y solidario, etc.

La RB es un mecanismo de redistribución de la renta, limitando el papel del mercado de trabajo en la distribución primaria de la renta, y anulando el paso obligado por aquel para que los ciudadanos tengan acceso a los bienes materiales esenciales y a las prestaciones sociales, hoy contributivas, y por tanto, también dependientes del mercado de trabajo, tales como pensiones, subsidio de desempleo, etc. La RB puede constituir un instrumento esencial para ir elaborando un nuevo sistema de protección social.

La RB puede y debe constituirse en un arma política, sirviendo ya a muchos colectivos concienciados sobre los problemas sociales como medio crítico y estímulo de debates y acciones de movilización social. Se trata de utilizar el potencial de la RB para ir elaborando una contraofensiva y presentando un frente más contra la dictadura de la burguesía.

Por otra parte, un proyecto de transformación social no puede menospreciar la fuerza subversiva que contiene la RB para luchar contra la dictadura de la burguesía. Dependiendo del enfoque, y la composición de fuerzas que impulse la RB, los resultados de su implantación pueden ser muy diferentes; no son lo mismo las propuestas de la RB que se inician desde los planteamientos conservadores, que la lucha por la RB desde la izquierda. De aquí la importancia del enfoque en que ésta se sitúe y la necesidad de una concepción de la RB de carácter radical y transformador. La materialización de una movilización colectiva de esta envergadura es uno de los aspectos que Robert Cox más destaca: "la potencialidad crítica para un cambio social se concentra más en la posibilidad de lanzar un movimiento social que en lo que el movimiento pueda conseguir... Para aquellas personas que están por la transformación de la sociedad, han de ser más importantes los instrumentos de acción colectiva que se van consolidando que los propios resultados parciales que se van consiguiendo".

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