¿Una alternativa transformadora?, la Renta Básica. José Iglesias Fernández

Badakigu nola, bagenuke zerekin.1

Economic systems are concerned essentially with the production and distribution of material goods. Our present system is wasteful on the production side, and unjust on the side of distribution. It involves a life of slavery to economic force for the great majority of the community, and for the minority a degree of power over the lives of others which no man ought to have.2
 

1. La ofensiva de la globalización capitalista

    Vivimos un período en el cual la globalización capitalista está atacando el bienestar de las poblaciones.3 El triunfo de la globalización capitalista es total. Se da la consolidación mundial del modelo productivista, que enajena a las personas y esquilma los recursos naturales; y del modelo consumista, despilfarrador de la riqueza que constantemente se fabrica y genera. La consecuencia
es el
empobrecimiento material y la degradación de los valores humanos más esenciales para la vida colectiva de las sociedades.
Avalado, y frecuentemente diseñado, por el Banco Mundial, el Fondo Monetario, la OCDE, las patronales, y gestionado por los correspondientes gobiernos, el proceso de empobrecimiento y degradación desencadenado por esta ofensiva se origina en varios frentes:

    1.1 En el mercado de trabajo (MT)

    En este frente, ámbito central de las relaciones de explotación del sistema capitalista, las patronales persiguen la total desregulación del MT, con dos objetivos prioritarios:

    Para conseguirlos, los gobiernos vienen aplicando sucesivas reformas en el MT que permiten a los empresarios reducir el coste de entrada, permanencia y salida de los trabajadores de las empresas. Es decir, se ha abierto un proceso por el cual se van consolidando paulatinamente estos dos objetivos:     Con estas medidas, el despido de los trabajadores fijos ya es más barato por partida doble: indemnizaciones a la baja y salarios de tramitación eliminados. Ello implica, sin embargo, la reducción de las fuentes de ingreso y del bienestar material de la población trabajadora.

    1.2 En la esfera de las prestaciones sociales

    En este frente, el capitalismo proyecta la privatización de todos los bienes y servicios públicos: pensiones, sanidad, servicios sociales, educación, transporte, etc.:

    El objetivo de esta reforma era / es fomentar y desarrollar el sistema de planes privados de pensiones (PPPs). Gobierno y patronales, principalmente financieras, comenzaron alarmando a la población, especialmente a la clase media, de que el sistema público de pensiones estaba en "crisis". Con la ayuda de sustanciosas exenciones fiscales, la alarma dio el resultado esperado; de unos 500.000 PPPs que había subscritos en 1992 se pasó a unos 5.190.000 en junio del 2002.9 En los últimos tres años ha habido un ligero retroceso debido a que estos planes están perdiendo rentabilidad. Lo curioso es que el Gobierno, que para las pensiones públicas decía que no iba a haber dinero, está pensando en incrementar más las ventajas fiscales que ya tienen los PPPs para compensarlos de las pérdidas de estos últimos años. Medida curiosa y chocante porque, mientras que para los PPPs hay dinero público, para las pensiones públicas de todos, no. Bueno, pues a pesar de esta tendencia negativa en la rentabilidad y la seguridad de los planes privados, Gobierno y patronales continúan recordando a la ciudadanía la necesidad de seguir reformando el sistema público de pensiones; es decir, apoyando y engrosando los PPPs. Del mismo modo, la Unión Europea está insistiendo en que los gobiernos no han de ‘ser tan generosos’ con las prestaciones sociales de los sistemas públicos de pensiones para obligarnos a subscribir (las familias que puedan) los Planes Privados de Pensiones.     Como detalle significativo, debemos recordar como están apareciendo algunas mutuas privadas sanitarias, las cuales están rescindiendo los contratos de aquellas personas aseguradas que, por su edad, utilizan más frecuentemente los servicios de salud previamente acordados. Parece ser que, en la letra pequeña del contrato, se establece una cláusula por la cual cualquiera de las partes puede voluntariamente rescindir anualmente el contrato. Estas mutuas privadas han comenzado a acogerse a esta cláusula y a no renovar los contratos de aquellos asegurados, la mayoría con más de 65 años, que más necesidad tienen de atención médica. Estas personas aseguradas se encuentran en este momento más crítico de sus vidas con el desamparo total en materia de asistencia sanitaria. ¿Es esta la garantía que ofrece el sector privado de salud a estos asegurados, después de pagar toda una vida las cuotas establecidas? ¿A dónde irán ahora? Sólo les queda el recurso de acudir a la asistencia social pública. ¿Pero quién pagará estos servicios si todos pensásemos en soluciones individuales privadas?     Como el volumen de negocio de los servicios sociales es un bocado muy apetitoso para los intereses privados, y con la conocida excusa de la escasez de los recursos públicos, la Generalidad aprovecha para ahorrar en la financiación pública destinada a estos servicios, a la vez que proporciona una fuente de beneficios al sector privado.     El objetivo de las medidas dentro de este frente quedan bastante claras: "se trata de eliminar un gasto social y, además, cuanto peores sean las condiciones de los parados, más presionarán sobre el mercado laboral a efectos de deprimir los salarios. La existencia del ejército de reserva continúa manteniendo su plena vigencia".12  La consejera de la Presidencia del Gobierno extremeño, donde estas medidas golpean a la población de una las Autonomías más pobres en el desarrollo regional, dice que este Real Decreto-Ley sobre la Reforma del Mercado de Trabajo "incentiva el despido y la precariedad laboral, y recorta los derechos de los trabajadores",13  todo lo contrario de lo que el Gobierno dice perseguir.

    1.3 En la esfera de los derechos cívico-laborales

    Dos tipos de derechos están siendo alarmantemente recortados: los de primera generación, como los de asociación, expresión y libertades públicas; y los de segunda generación, como los relacionados con el ámbito laboral.

    Dentro de los primeros, el sistema democrático se está convirtiendo en una parodia, que cada vez frena todo intento de participación real de la ciudadanía en los asuntos públicos. Es más, "el rastreo realizado por el Defensor del Pueblo andaluz entre 14 consejerías y 63 ayuntamientos demuestra que los servicios de atención ciudadana carecen de recursos adecuados, personal cualificado y eficacia. También revela el escaso uso de las nuevas tecnologías para agilizar el contacto entre las administraciones y los usuarios".14

    Con la excusa de atender la seguridad ciudadana, las libertades públicas están siendo constantemente recortadas;15 y como demuestran las recientes manifestaciones contra la globalización, cualquier deseo de expresión popular es considerado altamente sospechoso, cuando no criminalizado y brutalmente reprimido. A su vez, tampoco se está dando ningún paso adelante hacia la ampliación de los derechos democráticos esenciales: se continua impidiendo a los ciudadanos la posibilidad de debatir y decidir acerca de temas como son el republicanismo, el derecho a la autodeterminación, la elección popular directa de poderes tan fundamentales como el presidente del Estado, el poder ejecutivo y el judicial, la representación y gestión en los nuevos poderes estatales, como los medios de comunicación públicos (prensa, radio, televisión). Incluso el llamado Defensor del Pueblo no puede ser tampoco elegido directamente por los ciudadanos a quienes debe defender, sino que es elegido por los poderes del Estado que son los que supuestamente pueden atentar / atentan contra los derechos de los ciudadanos.

    Dentro de los segundos, aparece la práctica extendida de verse la persona trabajadora obligada a firmar el finiquito laboral (lo que supone admitir dejar de ejercer el derecho a cobrar el subsidio de paro antes de comenzar un trabajo), la pérdida de los diversos emolumentos por antigüedad laboral, el acoso moral y sexual al personal subalterno, el autoritarismo empresarial, la reducción del subsidio de paro y la eliminación del subsidio agrario y de los salarios de tramitación, la pérdida de la prestación de paro por parte de los fijos discontinuos y de decidir por parte del trabajador demandante cuando un empleo es adecuado o no, etc.

    Suponemos que queda bien claro como, mediante las reformas que se están decretando en las esferas de producción, de los bienes públicos y de los derechos, el capitalismo está llevando a cabo un proceso de empobrecimiento material y de degradación moral que van dejando su marca en el bienestar de la ciudadanía. Frente a ello, es necesario plantear alternativas de defensa y de ataque; y explorar que formas de organización social se pueden implementar que puedan conducir a mantener y mejorar la protección de la mayoría de la población. Para nosotros, una de estas alternativas consiste en la RB; pero antes de comenzar, nos parece útil incluir un breve comentario acerca de la naturaleza y los tipos de alternativas.
 

2. Una tipología sobre las alternativas

    "En primer lugar, creo que hay que rechazar de plano la pretensión de que es necesario disponer de una alternativa antes de criticar múltiples aspectos de esta sociedad, o toda ella... Criticar algo ya supone en parte una alternativa, pues implica que se preferiría otra manera de hacer las cosas... Sobre todo cuando se está enormemente alejado del poder y se sabe que, fuese cual fuere la alternativa propuesta, no tiene ninguna posibilidad de ser llevada a cabo en el corto plazo. [Es decir], no olvidemos que el tema de las alternativas está muy relacionado con el poder del que se dispone para realizarlas".16

    Excelentes observaciones que hemos de tener en cuenta a la hora de abordar este tema, pero que, de todas formas, no deben suponer un obstáculo para disponer de una primera tipología de las alternativas. De hecho es conveniente y necesario tener bien claro, cuando hablamos de alternativas, en donde filosófica y políticamente nos situamos. Ayuda a los interlocutores a evaluar el alcance de las mismas. Por tanto, podemos distinguir, al menos, dos tipos de alternativas: débiles y fuertes.

    Hay entidades que frecuentemente se presentan así mismas como alternativas. Por lo que también sería operativo poder distinguir o diferenciar entre las alternativas en base al contenido (las mencionadas anteriormente), y las alternativas en base a la movilización (grupos, colectivos, organizaciones, coordinadoras, etc.), tema que aquí no disponemos de espacio para desarrollar.
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3. ¿Qué es la Renta Básica?

    ¿Qué se puede hacer? Como alternativa, pensamos que un instrumento idóneo para luchar contra estos múltiples ataques del capitalismo, pero también para avanzar en las diversas facetas que requiere una nueva sociedad, es la propuesta de la Renta Básica (RB). Véamos primero qué es y, de sus rasgos o bondades, explicaremos en qué sentido se puede considerar esta propuesta como una alternativa que contiene varias alternativas.

    3.1 Concepto y modelo

    La RB es un concepto muy fácil de entender. Consiste en el derecho que tiene cada ciudadano/a a percibir una cantidad periódica para cubrir sus necesidades materiales, y sin ninguna condición que lo limite. Es decir, únicamente por el mero hecho de nacer, por la singular razón de existir, la sociedad está obligada a proporcionar a cada ser humano los medios materiales que le garanticen el bienestar social que necesita para sobrevivir con dignidad. Dentro de la RB distinguimos dos modelos: el modelo fuerte y los modelos débiles.

    El modelo fuerte de RB se define por contener tres características estructurales, que son:

    Y hay que añadirle otras cinco características de opción política, que son:     3.2 Los modelos débiles de RB

    Son definidas como débiles aquellas propuestas que, bajo el nombre de renta básica violentan cualquiera de las tres características estructurales explicadas anteriormente: individualidad, universalidad e incondicionalidad. También son incluidas en esta clase las diversas modalidades formuladas con el nombre de Impuesto Negativo (IN), Renta Mínima de Inserción (RMI),18 PER, etc. Para explicar la operatividad de estos modelos o alternativas débiles, citaremos sólo un ejemplo:

    Como vemos, la CDS es una versión del subsidio de paro no contributivo a la que el Gobierno vasco llama ‘renta básica’. El ciudadano continua en el mayor desamparo, ya que esta prestación se concede preferentemente a las familias, dura mientras se está en paro, está condicionado al nivel de ingresos, y la cuantía que se concede es muy limitada. Por tanto, no es universal ni incondicional y, parcialmente, individual. Tampoco es un derecho ciudadano, sino que es graciable, temporal y sujeto a que el funcionario de turno considere pertinente su concesión. Otro elemento a valorar es que el modelo fuerte de RB, por su simplicidad de implementación y por su universalidad, conlleva implícito la disminución del gasto y el control burocrático, mientras que las prestaciones actuales de todos estos modelos débiles, no.

    Este tipo de programas sociales constituyen a su vez modelos/alternativas débiles porque, aunque proponen mejorar la situación material de algunas personas, característica de las alternativas débiles, en ningún momento están pensadas, o vienen avaladas por una filosofía que manifiestamente quiere transformar el sistema, que abiertamente está en contra del capitalismo.

    3.3 Algunas reservas

    Es obligado mencionar como la propuesta de la RB se encuentra con algunas resistencias mentales entre los ciudadanos:

    En otros trabajos 19 hemos tratado ampliamente estos temas, demostrando como:     La RB pretende redistribuir la riqueza existente en la sociedad y esto nos remite a un problema de opciones acerca del modelo de sociedad deseado. Desde el principio se ha planteado que el establecimiento de la RB tiene que suponer una profunda transformación social y, con ella, utilizando un periodo prolongado para el proceso de transición, la RB es económicamente sostenible si es politicamente viable.
 

4. La Renta Básica, ¿es una alternativa?

    La RB presenta una doble dimensión según como se interprete. En sus modelos débiles, constituye una alternativa dentro del sistema, de las que hemos tipificado como alternativas débiles; pero, adoptando una lectura antisistema 22 y el modelo fuerte de RB puede constituir una alternativa fuerte para luchar eficazmente contra el capitalismo global. Este doble carácter permite que los mismos elementos que hacen de la RB una alternativa dentro del sistema, puedan convertirla en un instrumento idóneo contra el sistema.

    4.1 Elementos que hacen de la RB una alternativa dentro del sistema 23

    La RB, incluso en sus fases de aplicación débil pero transitoria, siempre que no conlleve una contraprestación laboral, y seamos conscientes de que es una alternativa asistencial, puede facilitar la mejora y dignidad de la atención a ciertos colectivos. En estas condiciones, y con este grado de consciencia, esta característica ya justificaría el interés social por este nuevo derecho.

    En resumen, como instrumento para defenderse del deterioro de las condiciones de vida que impone el capitalismo global, todas estas alternativas que persigue la RB suponen una contraofensiva idónea para contrarestar las consecuencias de los tres primeros frentes abiertos por la gobalización capitalista: contra el poder que ejerce en el mercado de trabajo, la persona puede vivir sin pasar por el mismo; contra el desamparo social y la pobreza económica, el bienestar material queda asegurado, así como las distintas prestaciones sociales; contra la pérdida de derechos, la RB es un derecho ciudadano que asegura los demás derechos sociales. De cara al sistema político, es un derecho ciudadano burgués más que se le ha de ganar al capitalismo. Pero también hemos de subrayar que la mayoría de ellas son alternativas débiles, que pueden ser fácilmente integradas dentro del sistema.

    4.2 Elementos que hacen de la RB una alternativa contra el sistema

    En el período de la globalización capitalista, el mero hecho de poder eludir la obligación de vender la fuerza de trabajo para intercambiarla por las mercancías necesarias para sobrevivir es comenzar por darle a la clase dominante un puntapié en el trasero, una patada a la base de su sistema de explotación y de intercambio. El impacto de la RB en el mercado de trabajo puede alterar radicalmente las relaciones sociales de producción ya que permite a la población sobrevivir sin estar tan sometida al dominio del sistema productivo. Este es el sentido clave de la capacidad transformadora de la RB.     Todo esto nos permite comprender que la RB, para su financiación, puede partir de la doble premisa: de que los procesos de trabajo tienen un carácter global, y de que la producción de valor es social, no individual. No sólo produce valor una persona directamente ocupada durante su jornada laboral, sino que toda la producción es sistémica: la aplicación del conocimiento, por indirecta que parezca, está contribuyendo también a la generación de riqueza. Y la educación, salud, infraestructuras, tecnología, todos son elementos que contribuyen al proceso productivo.28 Asimismo, otros aspectos impulsan el ciclo del capital: desde el consumismo inducido por la publicidad, considerado normal, inevitable e incluso deseable por el sistema; pasando por el paro que infunde miedo a los trabajadores ocupados facilitando la reducción de costes y el aumento del beneficio, y otros aspectos de índole colectiva; hasta la mejora de beneficios obtenida en detrimento de las condiciones de vida de los trabajadores a todos los niveles. Incluso el inmenso gasto en mantener los aparatos políticos y militares que administran este orden y garantizan su continuidad. Por ello, en el capitalismo globalizado, los aumentos de riqueza no se deben redistribuir solamente mejorando los salarios y las condiciones laborales; es decir, reduciendo la jornada de trabajo o garantizando el pleno empleo. Si la producción de valor es social, la idea de un modelo fuerte de RB va más allá de los avatares del trabajo de cada individuo y es perfectamente posible. Su contenido permite neutralizar y contestar buena parte de las medidas tomadas contra los trabajadores en particular, y contra los ciudadanos en general.     Con todas estas observaciones, es difícil exagerar la importancia que pudiera tener un modelo fuerte de RB como el que propugnamos a favor de la creación de una genuina sociedad del bienestar para toda la población.
 

5. Participación y movilización ciudadana

    Todo cambio social debe arrancar desde abajo. Esto quiere decir que todo proceso de transformación social ha de estar caracterizado por la movilización de la participación ciudadana. En este sentido, pienso que son de bastante actualidad algunas de las observaciones que establece P. Kropotkin sobre los posibles cambios sociales: 31

    Con todo lo argumentado, la RB puede ser un instrumento crucial de lucha contra el capitalismo global, por su capacidad de movilización y participación ciudadana. En un momento como el actual, donde, tal y como analizábamos al inicio, la mayoría de los derechos y posibilidades para desarrollar una vida con dignidad se ven fuertemente agredidos y disminuidos, no cabe duda que la lucha por la implantación de la RB tiene la particularidad de poder articular un proyecto político radical y común en términos de movilización ciudadana, que responda a los intereses materiales y sociales de colectivos y organizaciones muy diversas. Por su carácter transversal, la RB tiene la ventaja y el atractivo de poder aglutinar a la mayoría de los movimientos que componen la izquierda: el movimiento sindicalista; el movimiento entorno a la economía social; el movimiento feminista; el movimiento ecologista; el movimiento okupa; el movimiento contra el paro, la pobreza y la marginación; los movimientos por la profundización democrática y los derechos humanos; el movimiento estudiantil; el movimiento antimilitarista; el movimiento en torno a papeles para todos, etc. Es decir, la RB aborda una multitud de intereses comunes, los cuales pueden servir como punto de partida para conseguir una serie de acuerdos y establecer una acción movilizadora conjunta, a través de la elaboración de un programa común de objetivos mínimos por la transformación del sistema. La materialización de una movilización colectiva de esta envergadura es uno de los aspectos más importantes a destacar, y tendría que ser uno de los objetivos inmediatos a conseguir: "la potencialidad crítica para un cambio social se concentra más en la posibilidad de lanzar un movimiento social que en lo que el movimiento pueda conseguir... Para aquellas personas que están por la transformación de la sociedad han de ser más importantes los instrumentos de acción colectiva que se van consolidando que los propios resultados parciales que se vayan consiguiendo" (Robert Cox, citado en Iglesias 1999). En estos momentos, en los que vivimos / padecemos las consecuencias de la globalización capitalista, la izquierda no debiera menospreciar la fuerza subversiva que contiene la Renta Básica para luchar contra el poder del capitalismo.
 

6. Resumen

    Nuestra visión es que la RB es un instrumento idóneo para la transformación del capitalismo. Persigue, eso sí, alternativas que pueden ser fagocitadas por el  sistema; pero, a su vez, contiene otras que son imposibles de integrar, como es el poder vivir al margen del sistema salarial, sin tener que pasar por el mercado de trabajo, una de las piedras angulares en la lucha de clases contra el capitalismo. Otrosí; el hecho de que cada mujer, por ser una ciudadana y pueda disponer de una RB, supone otro de los elementos valiosos para luchar contra el dominio económico en las relaciones del sistema patriarcal. El texto está lleno de más considerandos y argumentos. De todas maneras, ¿no cabría la pena preguntarse, si no es esencial incorporar una propuesta que apuesta por:



Notas:

1.   “Ya sabemos cómo, si tuvieramos con qué”. Dicho popular euskaldun.
2.   “Los sistemas económicos están relacionados esencialmente con la producción y la distribución de los bienes materiales. Nuestro sistema actual despilfarra en la producción y es injusto en la distribución. Supone una vida de esclavitud para la gran mayoría de las fuerzas económicas de la comunidad, y para la minoría un grado de poder sobre las anteriores que ninguna persona debiera tener”. Bertand Russell.
3.   Los argumentos para esta afirmación pueden leerse en J. Busqueta y J. Iglesias: Todo sobre la Renta Básica..
4.   Contratos cuya duración puede ser de una hora, un día, una semana, un mes; a tiempo completo y a tiempo parcial, etc.
5.   Expansión. 2 de marzo del 2002.
6.   P Marcos. "Despidos más baratos y más fáciles". El País. 29 de mayo del 2002.
7.   Parte de esta debilidad se debe a la política pactista con gobiernos y patronales impulsada por los propios sindicatos.
8.   José Iglesias Fernández. “La Seguridad Social: ¿qué futuro?”. Mesa Cívica pels Drets Socials. Barcelona 1992.
9.   Piedad Oregui. “Las pensiones privadas se sitúan en mínimos”. El País. 28 de julio del 2002.
10.   El cual dio lugar a una huelga general.
11.   Francisco J. de Palacio. "La reforma del paro ahorra 229 millones al INEM". El Periódico de Cataluña. 1 de junio del 2002.
12.   Juan Francisco Martín Seco. La farsa neoliberal. Ediciones Temas de Hoy. Madrid 1995.
13.   “Extremadura recurre al Tribunal Constitucional contra el ‘decretazo’”. El País. 31 de julio del 2002.
14.   T. Constenla. “El Defensor andaluz reprueba los servicios públicos de atención ciudadana”. El País. 31 de julio del 2002.
15.   Al gobierno de su majestad y a su leal oposición les da ahora por legislar una ley de partidos. El redactado ideal para estos partidos que la apoyan sería: Art. 1. Ninguna persona o institución, sea esta un partido, sindicato, organización, colectivo o movimiento social está autorizada a criticar las políticas del gobierno. Art.2. Las entidades que se atrevan a criticar al gobierno quedarán inmediatamente ilegalizadas. Disposición final: Si el gobierno se hiciese la autocrítica, también será ilegalizado; lo mismo que si la oposición se opusiese a sí misma, a la familia real o al gobierno.
16.   Miren Etxezarreta. “A vueltas con las alternativas”. Artículo incluido en este número 2 de Emergències.
17.   Además de sus declaraciones a los medios de comunicación, véase El malestar en la globalización. Taurus. Madrid, 2002.
18.   La mayoría de las Autonomías tiene implantado algún tipo de programa de esta índole.
19.   Relacionados con la problemática del mercado de trabajo, véase La Renta Básica según San Pablo (Iglesias, 2000); y con las objeciones de orden económico/financiero, La Renda Bàsica a Catalunya (Iglesias, 2002) .
20.   Dentro del sistema productivo capitalista, la mayoría de las supuestas personas gandulas son aquellas cuya única posibilidad de trabajar es en empleos sucios, rutinarios, tóxicos, con salarios de subsistencia, contratos basura, etc. Esto es lo que las desmotiva realmente, lo que hace que pierdan todo tipo de interés en una actividad pensada, no para su promoción humana y satisfación personal, sino para que el empresario acumule capital.
21.   Pedro Alexievich Kropotkin. Obras. p. 113.  Editorial Anagrama. Barcelona 1977
22.   Actualmente, existen dos lecturas sobre la RB: una convencional y otra crítica o anticapitalista. Para una explicación de ambas, véase José Iglesias Fernández, La Renda Bàsica a Catalunya. Fundació Jaume Bofill / Mediterránia. Barcelona 2002.
23.   La RB puede ser considerada una ‘alternativa de alternativas’ ya que aborda múltiples propuestas sociales, todas ellas consideradas a su vez como reivindicaciones dentro del sistema.
24.   Miedo en el sentido de la dependencia de un ingreso, sea este el salario, la prestación de desempleo, el subsidio familiar, la renta mínima de inserción, contingencia a la que todos los ciudadanos no propietarios estamos sujetos.
25.   Javier Aguado. “La Renta Básica y el sistema patriarcal”. Cuadernos renta básica. Nº 4. Barcelona 2002.
26.   Venta de la fuerza de trabajo a los capitalistas, y compra a los capitalistas de los bienes y servicios que cubren nuestras necesidades.
27.   Esta dos citas son de Karl Marx. Capital y tecnología: manuscritos inéditos (1861-1863). Terra Nova. México 1980.
28.   Francisco José Martínez. “Fundamentos de la renta básica. Hacia un nuevo contrato social”. Cuadernos renta básica. Nº 0. Barcelona, noviembre de 1998.
29.   Philippe Van Parijs. Libertad real para todos. Paidós. Madrid 1996.
30.   Véase “La RB y los derechos humanos” (Iglesias, 2001).
31.  Citas tomadas de Irving L. Horowitz. Los anarquistas. 1 La Teoría. pp. 171-201. Alianza Editorial. Madrid 1975.


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