Renta Básica, participación
ciudadana y transformación social
(hay que apostar por un modelo
fuerte).
José Iglesias Fernández
No venimos a pedir
limosna, venimos a exigir justicia.
Comandante Esther del EZLN
Los modelos de bienestar social: ¿qué
origen? ¿qué futuro?
Los sistemas de protección social pública
que se establecen en los diferentes países desde mediados del siglo
XIX son el resultado de las reivindicaciones y los pactos acordados entre
los grupos dominantes del sistema capitalista y los representantes de los
movimientos obreros y populares. Estos sistemas de bienestar social se
fueron implantando casi siempre teniendo como orientación dos modelos1
de referencia: el de seguro y el de solidaridad:
-
En el modelo de seguro (Bismarck),
"los trabajadores renuncian obligatoriamente a una parte de sus remuneraciones
presentes, para constituir un fondo que se utilizará para cubrir
los gastos de la atención de su salud, para suministrarles un ingreso
cuando no puedan trabajar, ya sea porque pasaran cierta edad, tuvieran
un accidente, enfermedad o se vieran afectados por desempleo involuntario.
El contrato de seguro relaciona a un asegurado, que paga regularmente un
prima al asegurador, con un asegurador que, en caso de siniestro o de hacerse
efectivo un riesgo, paga una indemnización al asegurado. Este modelo
de Estado del Bienestar se basa en un sistema de seguros sociales de carácter
obligatorio que efectúa descuentos y transferencias, pero que no
necesita más justificación ética que el interés
personal de los cotizantes. Por tanto, no se puede percibir la prestación
si previamente no se ha pasado por el mercado de trabajo y se contribuido
con la correspondiente cuota social". (Van Parijs)
-
En el modelo de solidaridad(Beveridge),
"todos
los titulares de ingresos primarios (del trabajo y del capital) renuncian
obligatoriamente a una parte de sus ingresos para constituir un fondo que
suministrará a todos los miembros de la sociedad un nivel mínimo
de recursos, incluida la prima de un seguro de salud, ya sea porque no
son capaces de atender ese mínimo de recursos por sus propios medios
(en razón de edad, incapacidad, accidente, enfermedad) o por la
imposibilidad de encontrar un empleo cuya remuneración le resulte
suficiente. Esta solidaridad, expresada por las transferencias entre personas
activas y no activas, se justifica porque toma en cuenta los intereses
de todos, lo cual constituye la solidaridad en sentido fuerte, la solidaridad
con aquellos a los que la suerte natural o social ha ubicado desde el principio
en situaciones menos favorables que la nuestra". (Van Parijs)
Hasta estos momentos, y siguiendo con Van Parijs, "toda
la historia del Estado del Bienestar (o casi toda) puede ser leída
como la historia de la lucha entre esos dos principios: por una parte,
un principio de seguro simple, que es una solidaridad débil (reducible
al interés personal) entre afortunados y desafortunados ex post2;y
por otra, un principio de solidaridad fuerte (que va más allá
necesariamente del interés personal) entre afortunados y desafortunados
ex
ante".
Ahora bien, en la etapa del capitalismo global, con
un modelo de protección social pública caracterizado por
la combinación de estos dos modelos, al Estado del Bienestar actual
le queda muy poco tiempo de vida.3
¿Qué hacer entonces?
-
En el modelo de equidad(Van Parijs),
este autor propone la necesidad de "impulsar un Estado del Bienestar
para el tercer milenio, que consista en un modelo de solidaridad más
grande... un tercer modelo justificado desde la equidad...". Apoyándose
en Thomas Paine (1796), que proponía gravar la renta de tierras
o haciendas, y distribuir el total incondicionalmente bajo la forma de
una asignación a cada adulto..., en este modelo de la equidad ya
no se trata de transferir desde los más afortunados a los desafortunados,
por temor a encontrarse un día en la misma situación que
estos últimos (justificación aseguradora), ni tampoco porque
los afortunados hubieran podido encontrarse en la misma situación
(justificación solidaria). No, las transferencias están aquí
requeridas por el simple hecho de dar a cada uno una parte igual de nuestro
patrimonio común en el más amplio sentido (justificación
equitativa). La prestación universal máxima sostenible no
hace sino distribuir, tanto como sea posible entre todos, un patrimonio
que tiende espontáneamente a ser monopolizado, muy desigualmente,
por los que están mejor o más ávidos de aprovecharlo".4
No compartimos esta propuesta de modelo equitativo a
lo Paine, no tanto por la equidad, que es un valor humano a reivindicar
permanentemente, sino porque la naturaleza y la dinámica del capitalismo
es esencialmente contraria a tolerar que exista justicia no burguesa ex
ante y ex post.5 Nuestra
visión consiste en que la evolución de las fuerzas productivas
a lo largo del siglo XX ha traído consigo la etapa de la globalización
capitalista. Se trata de un período
duro
para el bienestar
de las poblaciones, debido a que el Capitalismo está consiguiendo
afianzar un sistema económico globalizador, la consolidación
del neoliberalismo, y la dictadura de la burguesía. Unos
en nombre del conservadurismo democrático, otros de la social democracia,
y otros del centro,6 pero todos están
imponiendo/proponiendo las llamadas políticas neoliberales del sistema
capitalista en todo el mundo. Políticas conservadoras que tienen
en común la materialización de los siguientes objetivos:
la desregulación total del mercado de trabajo; la disminución
del gasto en pensiones, en el subsidio de desempleo, y en el resto de las
prestaciones del Estado del bienestar; la paulatina implantación
de un sistema fiscal regresivo; una más amplia liberalización
del mercado de capitales; la privatización de la educación,
la sanidad y los servicios sociales del sector público para que
el Capitalismo pueda ampliar aquellas áreas susceptibles de substanciosos
beneficios. No se oculta que se trata abiertamente de favorecer a todos
aquellos intereses (Burguesía) relacionados con el Capital,
y eliminar aquellos otros de las personas (Proletariado) dependientes del
Trabajo.
En los Estados Unidos ya se han elaborado incluso ‘programas sociales’
con la intención de
matar al pobre, y poder substituir los
anteriores que tenían como finalidad la de aliviar la pobreza.
Por esto, para enfrentar esta realidad política
y social que está imponiendo la dictadura de la burguesía,
y más concretamente en Europa y en España, volvemos a preguntar:
¿qué podemos hacer?, ¿qué se está haciendo?
Coincidimos con Van Parijs en que ha llegado el momento de reflexionar
sobre un nuevo sistema de protección social, nuevo en el
sentido de substituir buena parte de la Seguridad Social actual por la
implantación de la RB. Pero también mantenemos que ha llegado
el momento de enfrentarse al capitalismo del próximo milenio con
nuevas armas y conceptos, con una propuesta político-social que
sea también lo más
globalizadora posible. Para ello,
y como hemos señalado anteriormente, propongo:
-
Un modelo anticapitalista, desde una
argumentación filosófica según la cual la RB no tenga
como finalidad constituirse en el tercer modelo de Estado del Bienestar,
sino en la de ser meramente un instrumento de lucha a disposición
de todos los colectivos que estén explícitamente comprometidos
con la transformación del sistema capitalista.
La justificación para proponer un modelo anticapitalista
de RB la argumentaremos más abajo, así como también
explicaremos cual es la idoneidad de la RB como instrumento de transformación
social. De todas formas, finalizamos este epígrafe con la inclusión
del juicio moral que Günter Grass, un escritor tan sensibilizado con
los problemas políticos y sociales de su época, hace de los
avances y los resultados del capitalismo; este autor denuncia el sistema
capitalista destacando como, al borde del Siglo XXI, "la ciencia y las
tecnologías poco o nada han hecho para solucionar la pobreza y el
hambre". Reconoce que se ha conseguido "transplantar riñones y corazones
nuevos a cualquiera que pueda pagarlos, telefonear de forma inalámbrica,
es decir, todo aquello de lo que es capaz el cerebro humano de plasmar".
Pero, recalca, como "la pobreza y el hambre todavía permanecen.
Es más, incluso aumentan porque no hay voluntad de resolverlas".7
La Renta Básica: un nuevo derecho burgués
La RB consiste en el derecho que ha de tener todo
ciudadano/a a percibir periódicamente unos ingresos en dinero para
satisfacer las necesidades materiales, y sin ninguna contrapartida a cambio.
Esto quiere decir que la RB ha de ser concedida de forma individual,
universal e incondicional.
La RB constituye un nuevo derecho ciudadano que facilita
la materialización de los demás derechos del hombre y del
ciudadano al proporcionar los medios económicos imprescindibles
para la independencia y autonomía de la persona. En realidad, es
un nuevo derecho burgués que permite la consecución,
en unos casos, y la defensa en otros, de los 30 artículos (derechos)
establecidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos. La
Renta Básica tendría que convertirse en el derecho 31.
La RB, por su carácter incondicional y ajeno
al mercado de trabajo, presenta un mayor atractivo que otras prestaciones
que existen en la actualidad, al evitar las connotaciones humillantes de
la pobreza y la asistencia social. Incluso en sus fases de aplicación
parcial, siempre que no conlleve una contraprestación laboral,
puede facilitar la mejora y dignidad de la atención a ciertos colectivos.
Sólo esta característica ya justificaría el interés
social por este nuevo derecho.
Sea lo que sea, como nuevo derecho ciudadano, la
RB requiere de una justificación ética. Justificación
que hemos mostrado sólidamente anclada desde dos dimensiones diferentes
de los principios éticos8:
-
Para quienes parten de una interpretación
liberal progresista o socialdemócrata de las sociedades
(Nozick, Rawls, Van Parijs),9 la teoría
propietarista y el liberalismo igualitario muestran que la apropiación
privada por parte de los capitalistas de los bienes y servicios producidos
por los trabajadores, requiere de unas compensaciones como la RB, para
que las sociedades capitalistas puedan ser más equitativas. Son
interpretaciones dirigidas a corregir las profundas desigualdades sociales
que genera el sistema actual, sin que ello suponga un cambio radical del
mismo régimen; los ciudadanos continuamos rigiéndonos por
la libertad burguesa, la justicia burguesa, la democracia burguesa, y la
explotación de la persona en el proceso productivo capitalista.
Los autores de El manifiesto comunista clasificarían esta
interpretación entre dos tipos de socialismo: el pequeño
burgués y el conservador. Dirían que es una propuesta
que trata de "encajar por la fuerza (de las ideas) los medios modernos
de producción y de cambio en el marco de las antiguas relaciones
de propiedad... y que trata de remediar los males sociales con el fin de
consolidar la sociedad burguesa..." (Marx-Engels; 1996, 66-69)
-
Para quienes planteamos una interpretación
crítica, rechazando las sociedades de clase, y el capitalismo
en particular, por ser esencialmente injustas, la RB puede convertirse
en un importante instrumento para transformar radicalmente estas sociedades.
Más preciso; los que hablamos de una lectura
y un modelo fuerte de RB, pensamos que no se necesita
más justificación ética de la misma que considerarla
como un medio para luchar contra el capitalismo. Aquí la exigencia
de la justificación se desplaza ella misma a enjuiciar la naturaleza
moral de la sociedad, a demostrar por qué el capitalismo es un orden
social injusto; es decir, la propuesta de transformación del sistema
capitalista sí que requiere de una justificación ética.10
Y esta evaluación es indispensable, entre otras razones porque estamos
de acuerdo en que
el fin (emancipación de la sociedad capitalista)
no siempre es suficiente para justificar elmedio (la RB); pero tampoco
aceptamos que el medio (aplicación de la RB para un tratamiento
maximin
de las desigualdades sociales) sea suficiente para justificar
el fin
(mantener la defensa del sistema capitalista).
Por consiguiente, ¿aportar una justificación
para ir contra el capitalismo?, indispensable;
¿demostrar la idoneidad de la RB como instrumento para luchar contra
el capitalismo?,
necesaria; ¿enredarse
en una justificación de la RB para sostener el capitalismo?, irrelevante.
La Renta Básica: un instrumento de lucha
anticapitalista
Para Marx, el concepto de justicia es un concepto
jurídico,
que cumple dos papeles: en el primero, la justicia está totalmente
determinada por las exigencias del modo de producción dominante;
y en el segundo, la justicia es sinónimo de ley. Asimismo afirma
que los derechos humanos no son más que simples instrumentos de
la clase dominante para conseguir y defender sus propios intereses. Además,
aunque el autor los considera positivos, remarca que por ello no son transcendentales
o eternos.
De todas formas, Marx acepta que hay que utilizar
las instituciones y los derechos legales burgueses para conseguir
la transformación de la sociedad capitalista. En este sentido, la
utilización de los
derechos burgueses pueden y deben ser
ejercidos como instrumentos de lucha para la emancipación del ciudadano
político, en primer lugar, y finalmente absoluta del género
humano. En esta cuestión, Marx es bien explícito: "La
demanda de mayores salarios y menos horas laborales han sido siempre las
reivindicaciones que permitieron a las clases oprimidas tomar conciencia
de su realidad... dado que las relaciones reales de producción y
poder quedan más al desnudo en aquellos conflictos políticos
en los cuales la clase obrera luchó contra las injusticias sociales".
Estos conflictos representan las locomotoras políticas de la historia".
(Marx-Engels Selected Works; La lucha de clases en Francia, 1:217) A su
vez, la huelga tiene la capacidad de desvelar un conjunto de mecanismos
e instituciones de represión puestas al servicio de los empresarios,
como son los juzgados, la policía, el ejército y los medios
de comunicación. También pone al descubierto el carácter
sistémico de la explotación capitalista,
Pero, a pesar del papel positivo de estas reivindicaciones,
hemos de evitar caer en la trampa del reformismo. Es increíble,
advierte, que haya "sindicatos que continúen reivindicando únicamente
una tasa de explotación más suave y no la abolición
del sistema salarial". (Marx-Engels Selected Works; Salarios, Precios y
Beneficios; 1:446) Pero remarca también que las luchas transformadoras
han de estar enfocadas especialmente a conseguir modificaciones en la base
material (producción y consumo), y en la conciencia de los trabajadores
y ciudadanos; han de asumir que la emancipación llega con la destrucción
del sistema capitalista, y no con la aceptación de unos derechos
que no pasan de ser guardianes de una situación exclusivamente legal.
Tras esta primera explicación, es posible
ahora precisar la justificación ética de la RB para quienes
parten de una idea de la justicia de tipo marxista. Para estos, la razón
ética principal para reivindicar la RB consiste en que la misma
puede ser un importante instrumento de transformación del sistema
capitalista hacia un sistema más justo (un sistema de índole
colectivo), un vehículo de cambio que conduzca a alterar las bases
materiales, el sistema de producción e intercambio del sistema basado
en la propiedad privada.
Una vez considerada como un derecho ciudadano, y
mientras la estructura social básica sea capitalista, la RB puede
jugar una doble tarea. Por una parte, y vinculada a la justificación
liberal, dicho derecho puede desempeñar únicamente un
papel
legitimador, a la manera que están actuando las reivindicaciones
laborales habituales. Por otra parte, utilizada con la voluntad de transformación
social, de participación ciudadana, puede convertirse en un
poderoso instrumento de cambio hacia sociedades donde se pueda vivir
una verdadera emancipación. Poderoso mecanismo porque incide y pone
en cuestión un elemento esencial del sistema, que es el del paso
obligatorio por el mercado de trabajo para tener acceso a las rentas, al
bienestar individual y social de las poblaciones. El capitalismo requiere
que el no propietario de medios de producción tenga que trabajar
imprescindiblemente. La RB permite que esta exigencia del capitalismo se
debilite profundamente, e incluso que desaparezca, si solo se pretende
un consumo básico. Al convertir la obligación al trabajo
en un genuino derecho al trabajo proporciona a la RB una dimensión
en profundidad y alcance que la convierte en un instrumento privilegiado,
no para suavizar el sistema, sino para transformarlo.
Cuatro peligros acechan la Renta Básica
Existen varios elementos que ponen en peligro las
características fundamentales de individualidad, universalidad
e incondicionalidad de la RB. Consisten en justificarla por la pobreza,
o en que se identifique con la propuesta del impuesto negativo,
el concepto de salario social y la exigencia de una contraprestación
social y/o laboral11:
-
Pobreza. Una cosa es que uno de los
objetivos de la RB sea la erradicación de la pobreza, castigo del
sistema capitalista y, para ello, se establezca que la cantidad que ha
de percibir cada ciudadano beneficiario sea por lo menos, igual a la que
viene determinada por el umbral de pobreza. No obstante, por ser
un derecho ciudadano, la consecución de este derecho nada
tiene que ver con el nivel de riqueza o pobreza, empleo o paro, que puede
estar experimentando cada ciudadano y la economía de un país.
-
Impuesto negativo. La propuesta del
impuesto negativo nace dentro de la corriente conservadora para neutralizar
la formulada por la RB, así como para aliviar el problema de la
pobreza dedicando el mínimo de dinero, aspecto desarrollado extensamente
en Ante la falta de derechos, ¡¡Renta Básica, Ya!!.
-
Salario social y contraprestación.
Cuando una persona trabajadora carece de ingresos y no encuentra empleo
solicita del Estado el subsidio de paro no contributivo. Los beneficiarios
que consiguen esta prestación social, por suponer una ayuda asistencial,
no tienen que realizar ninguna tarea como contraprestación a la
misma. Por tanto, nos parece una equivocación rebautizar el subsidio
de paro no contributivo, con el término de salario social, puesto
que salario implica siempre una contraprestación en trabajo. Todo
ello conlleva el peligro de identificar salario social con la exigencia
de que el beneficiario haya de realizar alguna contraprestación
a cambio. Si el Estado, cuando concede el subsidio de paro no contributivo
no exige ninguna contraprestación, ¿por qué han de
identificarlo con ésta, los movimientos ciudadanos, sindicales o
políticos, supuestamente de izquierdas?
Hay que apostar por un modelo fuerte de Renta
Básica
Actualmente, debido al interés social y político
que ha suscitado el tema, se pueden encontrar propuestas muy variadas de
subsidios públicos a las que algunos denominan RB. Hay muchas y
se pueden hacer distintas lecturas de la RB, así como muchos y variados
los modelos que se pueden aplicar a cada una de estas versiones. No obstante,
según los objetivos que se persiguen con la implantación
de la RB, así como las ventajas que se pretenden obtener, se requiere
un determinado modelo de RB. Por tanto, todo el contenido de implantación
de la RB puede variar de acuerdo con las opciones específicas que
se tomen, y que serán diferentes según los criterios de selección
de los otros modelos.
Para nosotros, la RB no es una propuesta de modificación
marginal de los sistemas de protección social actuales, sino
que su implantación tiene que suponer una transformación
social y política de gran alcance, afectando muy substancialmente
a muchos aspectos de la vida social, tales como la distribución
de la renta, el sistema fiscal, el mercado de trabajo, el papel del trabajo
(asalariado, doméstico, voluntario), así como las motivaciones
para su oferta, su impacto en los movimientos sociales y la participación
ciudadana en la vida política.12
En términos de capacidad productiva, la economía
española produce la suficiente renta para proponer y financiar un
modelo
fuerte de RB. Las cinco características que definen
nuestro modelo como fuerte son
que incluyen en el cálculo básico la posibilidad de
que la RB:
-
se proporcione a toda la población
una parte de la misma de forma personalizada
-
que la suma a percibir por cada perceptor sea la
misma para cada persona
-
que la cuantía por persona sea igual a la definida como umbral
de pobreza
-
que sustituya a casi todas las demás prestaciones
económicas en vigor: pensiones, subsidios, subvenciones,
ayudas, etc.
-
y que el importe total de la RB se divida en dos
partes; una parte la percibirán directamente las personas,
y la otra se dedicará a las inversiones de carácter colectivo:
sanidad, educación, vivienda, transporte, medio ambiente, etc.
La utilización de este modelo
fuerte asegura cuatro de los objetivos que están
en la base de la elección de este modelo:
-
evitar los costes
burocráticos que supone administrar la RB
-
no aumentar más el control que
el Estado ejerce sobre los ciudadanos/as
-
erradicar la pobreza económica
al utilizar la mitad de la renta per capita, o umbral de pobreza, como
criterio monetario
-
y asegurar la participación ciudadana
en la asignación de la parte de la RB que se ha de dedicar a las
bienes (inversiones) y servicios de índole colectivo.
La RB se orienta a la satisfacción de las necesidades
de las personas de una sociedad. Y se plantea que éstas dispongan
de los medios materiales necesarios para ello. No obstante, las necesidades
no se resuelven todas a nivel individual, sino que requieren la existencia
de bienes colectivos. Por ello, nuestra concepción de la RB supone
reforzar también la provisión de éstos. Con este objetivo
se plantea que, de los fondos totales dedicados a la Renta Básica,
se dedique una parte (en este trabajo el 20% del Fondo RB) a la satisfacción
de las necesidades colectivas, en lugar de la distribución individual.
Esta dedicación de una parte de la RB a la inversión de índole
colectiva responde a dos finalidades premeditadas: recuperar las virtudes
que tiene el uso de los bienes públicos frente a todo el
discurso actual dominante de ensalzar el individualismo y, asimismo, instituir
los medios por los cuales los ciudadanos puedan
participar en las decisiones
de asignación de los recursos. En si misma, la naturaleza de
la RB es de carácter colectivo; esto quiere decir que contiene la
expresión de la voluntad colectiva de asumir la necesidad de proteger
y asegurar el bienestar de las personas consideradas como individuos sociales.
Además, hay otras tres razones para apostar
por la aplicación de este modelo de costo y financiación
de la RB:
-
La primera es que la lectura anticapitalista de la RB que proponemos requiere
un modelo fuerte de transformación.
-
La segunda es la que nos permite distinguirlo y distanciarlo de losmodelos
débilesde RB que se propugnan en otros estudios:
estos pueden tener más posibilidades políticas a la hora
de aplicarlos, pero conllevan intrínsecamente un sinfín de
inconvenientes económico-burocráticos a la hora de aplicar
estos modelos parciales.
-
La tercera consiste en advertir que todos aquellos subsidiosde
tipos múltiples que ofrece el Estado, o que reclaman algunas organizaciones,
no son lo mismo que la RB, aunque frecuentemente nos los presentan como
si fuesen iguales: estos esquemas de protección social fomentan
y amparan las trampas de la pobreza y del paro.
Los modelos débiles,
o
parciales,
son aquellos que modifican alguna de las características que definen
la RB. Es decir, se concede la RB únicamente a una parte de los
ciudadanos o a la familia; casi siempre por un importe bastante menor que
el del Umbral de Pobreza; y a veces exigiendo alguna contraprestación
por parte del ciudadano/a sujeto del derecho; son mecanismos mucho más
limitados de organización social en relación con el modelo
fuerte que defendemos. Además, aunque los modelos débiles
son políticamente más fáciles de implantar, violentan
los principios de individualidad,
universalidad e incondicionalidad,
limitando los objetivos y reduciendo ostensiblemente el bienestar de los
ciudadanos que se pretende conseguir con el modelo fuerte. Si tomamos el
Cuadro 2, y aplicamos el criterio de Pobreza Severa en vez del Umbral de
Pobreza, comprobamos como con el 25% del PIB cubrimos las necesidades de
RB de toda la población; la medida es más barata, pero perdemos
nuestro objetivo de erradicar la pobreza de las personas empobrecidas.
Todavía se podría ir suavizando más
el modelo, pero esto nos llevaría a seguir violentando mucho más
nuestras propias premisas. Es decir, cualquier modelo de carácter
familiar introduciría el control y el gasto burocrático,
con lo que la RB ya no sería incondicional ni un derecho individual.
El Programa Interdepartamental de Renda Mínima d'Inserció
(PIRMI), puede servir de ejemplo para ilustrar las limitaciones de
los modelos débiles13:
-
El PIRMI consiste en la concesión de
una renta mínima por parte de los poderes públicos, a aquellas
familias o personas que se encuentran en una situación de pobreza
o marginación. Como la finalidad principal del Programa es la integración
social y la inserción laboral.., los beneficiarios están
obligados a... firmar y cumplir el convenio de inserción o reinserción
social y/o laboral que se acuerde en cada caso".14
Esto implica que las limitaciones y las diferencias
cualitativas entre el derecho ciudadano a la RB y los programas sociales
del tipo rentas mínimas de inserción, como es el caso
del PIRMI, sean considerables. Por ejemplo:
-
El PIRMI no es un derecho ciudadano, sino
un subsidio que se otorga a la familia.15
Se concede de forma asistencial.
-
El PIRMI no es un derecho universal; no todos
los ciudadanos pueden beneficiarse del mismo, sino únicamente las
familias pobres que se encuentren dentro de la definición oficial;
luego, no se erradica sino que permanece el estigma de la pobreza. En el
2000, la cuantía del PIRMI era de 47.506
pesetas mensuales, y suponía un 67,2% del SMI; en este
mismo año, la RB era un 123,9% del SMI. (Cuadro 2)
-
El PIRMI no es un derecho incondicional, ya
que su concesión está sujeta al compromiso de inserción
en el mercado de trabajo y al nivel de ingresos de la persona o familia
beneficiaria; luego, no se erradica sino que permanece el estigma del parado
y se generaliza el estigma del subsidiado.16
-
El PIRMI introduce un coste social, en términos
de control; y un coste económico muy elevado, en términos
de administración burocrática; hay que demostrar el origen
y el nivel de ingresos, así como cumplir todo aquellos otros requisitos
diseñados en el programa de inserción sociolaboral.
-
El PIRMI atropella los principios de universalidad
e incondicionalidad y, parcialmente, el de individualidad.
En los Cuadros 1 y 2 presentamos las diferencias que
existen entre el modelo fuerte y la posible aplicación de modelos
débiles:
-
Cuadro 1. El hecho de aplicar un criterio
fuerte de cantidad, como el Umbral de Pobreza supone un porcentaje
bastante más elevado que la concesión de criterios débiles
de cantidad: sobre el Subsidio de paro, un 22,0% más de dinero;
sobre el SMI un 23,9%; sobre la renta mínima de inserción
en Cataluña (PIRMI) un 56,7%; el doble sobre el concepto de Pobreza
severa, etc.
-
Cuadro 2. El hecho de aplicar el Umbral
de Pobreza a toda la Población compromete al Gobierno ex ante
a que un 50% del PIB esté redistribuido previamente entre todos
los habitantes, dejando para el mercado la distribución del otro
50% del PIB. En este nuevo modelo de redistribución de larenta,
además de las categorías tradicionales económicas
que se utilizan, como la "Remuneración de los asalariados", el "Excedente
neto de explotación", los "Impuestos menos las subvenciones", y
el "Consumo de capital fijo", aparece una nueva categoría de
reparto de índole ciudadana: la Renta Básica Individual
y Colectiva. A su vez, el hecho de que únicamente se distribuirá
el 40% del PIB17 en forma de RB individual,
crea la necesidad de instituir un mecanismo de participación
ciudadana para debatir y acordar cómo se ha de distribuir el
10% del PIB en forma de RB dedicado a los bienes y servicios de carácter
colectivo: sanidad, educación, transporte, vivienda, medio ambiente,
etc.
La Renta Básica: un espacio político
Añadamos un breve comentario acerca de las
condiciones para que la RB se materialice. La RB no es un problema técnico
o económico-financiero, sino político. Por tanto,
su implantación requiere voluntad y fuerza política para
conseguirla, un espacio donde converja la acción conjunta de la
justificación ética (razón) y la participación
ciudadana (fuerza). Por ejemplo:
-
En desacuerdo con el comportamiento absolutista de la Corona británica,
Oliver Crownwell no necesitó argumentos éticos para hacer
decapitar al Rey Carlos I, sino poder popular para implantar un
período republicano. Crownwell había intentado transformar
el régimen monárquico hacia comportamientos más magnánimos,
utilizando la fuerza de la razón, pero el monarca no se dejó
persuadir. Esta actitud impondría la razón de la fuerza,
de forma que se dice que Crownwell pronunció esta frase tan concluyente:
"le cortaremos la cabeza al Rey con la corona puesta" (Ashley; 1961, 89);
posteriormente, dirigiéndose a la Convención Nacional, Sant
Just evaluaría este hecho suavizando la expresión: "juzgado
(el rey) según los derechos de la gente, se rechazó la fuerza
por medio de la fuerza", (Muniesa; 1987, 122)
-
Cuando Alfonso XIII, el abuelo de D. Juan Carlos, aceptó la renuncia
al trono fueron los hechos los que le convencieron de que los republicanos
españoles tenían la razón de la fuerza en sus
manos para proclamar la República; mucho tiempo antes ya venían
utilizando la fuerza de los argumentos para que abandonase el país,
pero con sólo la fuerza de la razón no se conseguía
el requerido externamiento.
Con la RB ocurre los mismo. Hace ya bastantes años
que se viene argumentando y demostrando su deseabilidad ética y
su viabilidad económica financiera. Esta fuerza de la razón
es necesaria. Pero ha llegado el momento de apoyarla abiertamente con la
fuerza política popular. La RB es un derecho ciudadano que no ayudará
a cambiar la historia sin movilización, sin lucha social , sin exigencia
desde las personas, grupos y movimientos. Sin participación popular,
sin un amplio movimiento democrático, este derecho ciudadano corre
el riesgo de diluirse en la esperanza de los tiempos. Ha llegado el momento
de proclamar: además de interpretar la historia, hay que cambiarla.
La RB es un derecho ciudadano que nos ayudará a cambiar la historia.
Barcelona, primavera del 2001.
Cuadro 1. Prestaciones económicas
2000 (Cuantía media en pesetas)
|
|
Mes
|
Año
|
% sobre SMI
|
Invalidez |
91.200
|
1.276.800
|
129,0
|
Jubilación |
91.000
|
1.264.000
|
128,7
|
Viudedad |
56.500
|
791.000
|
79,9
|
Orfandad |
33.800
|
473.200
|
47,8
|
Favor familias |
41.700
|
583.800
|
59,0
|
Pensión media |
79.400
|
-
|
112,3
|
Subsidio de paro |
72.000
|
1.008.000
|
101,9
|
PIRMI Cataluña |
47.506
|
570.072
|
67,2
|
UMBRAL POBREZA |
87.552
|
1.050.624
|
123,9
|
POBREZA SEVERA |
43.776
|
525.312
|
61,9
|
SMI |
70.680
|
989.520
|
100,0
|
Cuadro 2. Distribución de la renta
|
|
Distribución según el Mercado
|
Intervención
del Estado
|
Distribución con Renta Básica
|
Remuneración de los asalariados |
46,5
|
-
|
-
|
Excedente neto
de explotación |
34,5
|
-
|
39,6
|
Impuestos menos subvenciones* |
7,6
|
-
|
-
|
Consumo de
capital fijo |
11,4
|
-
|
11,4
|
A fondo de Renta Básica
|
-
|
100%
|
50,0
|
Individual
|
-
|
80%
|
40,0
|
Colectiva
|
-
|
20%
|
10,0
|
PIB a precios
de mercado |
100,0
|
-
|
100,0
|
* Impuestos a la producción
y la importación menos Subvenciones de expotación y a la
importación
Fuente: elaboración propia
con datos de Contabilidad Nacional de España. Base 1986. INE 1998.
1. El resumen que hacemos
está extraído de P. Van Parijs, Los fundamentos éticos
del Estado del Bienestar y de su superación. En Papeles de la FIM,
Nº 7, 1996.
2. Ex post al paso obligatorio
por el mercado de trabajo; Ex ante del paso obligatorio por el mercado
de trabajo
3. Véase José
Iglesias Fernández. Contra el Capital, la Renta Básica. Cuadernos
renta básica, nº 0, pp. 21-27.
4. Véase la interpretación
de P. Van Parijs más elaborada en José Iglesias Fernández.
La Renta Básica y los derechos humanos. El vuelo de Ícaro,
Nº 1, marzo 2001.
5. Véase la interpretación
de K. Marx más elaborada en José Iglesias Fernández.
La Renta Básica y los derechos humanos. El vuelo de Ícaro,
Nº 1, marzo 2001.
6. Si este espacio existiera,
que dudo, sería el de un amarillismo político ubicatorio.
De Villena dice que “ser de centro es como no ser nada. Es carecer de ideología
y aún de ideas”. (El Mundo, 24 Junio de 1999)
7. Günter Grass. En
el texto del discurso para recibir el Premio Nobel de Literatura 1999.
www.el-mundo.es
8. Véase José
Iglesias Fernández. La Renta Básica y los derechos humanos.
El vuelo de Ícaro, Nº 1, marzo 2001.
9. Entre las últimas
adhesiones a esta forma de pensar, cabe destacar las de Darehndorf, Desai,
Gorz, Simon y Tobin.
10. Además de las
páginas 19 y 20, véase esta justificación del rechazo
al sistema capitalista en José Iglesias Fernández, Contra
la dictadura de la burguesía, euroRenta Básica, pp. 30-32,
en Ante la falta de derechos, ¡¡Renta Básica, Ya!!.
Editorial Virus, Barcelona 2000.
11. En lo textos incluidos
en la biografía, es aconsejable leer detenidamente que entendemos
por desigualdad, injusticia, pobreza, marginación , capitalismo,
renta mínima de inserción, salario social, impuesto negativo,
derechos humanos, etc.
12. En este trabajo, no
hay espacio para desarrollar todos estos aspectos.
13. Para un análisis
y valoración de este programa, véase José Iglesias
Fernández La Renta Mínima de Inserción: un caso de
beneficencia pública. En El derecho ciudadano a la renta básica.
Los libros de la Catarata, Madrid 1998.
14. Decreto 144/1990, de
28 de maig, regulador del Programa interdepartamental de la renda mínima
d'inserció (PIRMI), Diari Oficial de la Generalitat de Cataluyna.
15. Sólo a las personas
individualmente cuando constituyen una familia unipersonal
16. Expresión introducida
en la literatura de la RB por Josep Manel Busqueta.
17. El 50% del PIB (o Umbral
de Pobreza agregado) supone el 100% del Fondo total dedicado a la RB; este
Fondo de RB se reparte a su vez en un 80% destinado a los ciudadanos/as
y un 20% a los bienes de índole colectivo: sanidad, educación,
transporte público, vivienda, medio ambiente, etc.
Esquema de lectura y reflexión:
El capitalismo: fase de la globalización
Lectura:
-
José Iglesias Fernández. Contra el Capital, la Renta Básica.
Cuadernos
renta básica, nº 0, pp. 21-27., noviembre 1998.
-
Ramón García Fernández, Miren Etxezarreta y Manolo
Sáez. Globalización capitalista: luchas y resistencias.
Virus 2001.
Los modelos de bienestar social: ¿qué
origen? ¿qué futuro?
Modelos: seguro, solidario, equitativo,
anticapitalista
Lectura:
-
Philippe Van Parijs, Los fundamentos éticos del Estado del Bienestar
y de su superación. En Ante la falta de derechos, ¡¡Renta
Básica, YA!!. Virus 2000.
-
José Iglesias Fernández. La Renta Básica y los
derechos humanos. El vuelo de Ícaro, Nº 1, marzo
2001.
Disponible en:
www.rentabasica.net
www.sindominio.net/renta-basica
La Renta Básica: un nuevo derecho
burgués
Interpretaciones: liberal, papel legitimador; crítica, instrumento
transformador
Lectura:
-
José Iglesias Fernández. La Renta Básica y los
derechos humanos. El vuelo de Ícaro, Nº 1, marzo
2001.
-
José Iglesias Fernández. Renta Básica, participación
ciudadana y transformación social. Mimeo, mayo 2001.
Disponibles en
www.rentabasica.net
www.sindominio.net/renta-basica
La Renta Básica: un instrumento de
lucha anticapitalista
Un mecanismo de redistribución de la renta
Un foro de participación ciudadana
Lectura:
-
José Iglesias Fernández. La Renta Básica y los
derechos humanos. El vuelo de Ícaro, Nº 1, marzo
2001.
-
José Iglesias Fernández. Renta Básica, participación
ciudadana y transformación social. Mimeo, mayo 2001.
www.rentabasica.net
www.sindominio.net/renta-basica
Cuatro peligros acechan la Renta Básica
Pobreza e impuesto negativo
Salario social y contraprestación
Lectura:
-
José Iglesias Fernández. Ante la falta de derechos, ¡¡Renta
Básica, Ya!!. Editorial Virus 2000.
Disponibles en:
www.rentabasica.net
www.sindominio.net/renta-basica
Hay que apostar por un modelo fuerte de
Renta Básica
Modelo fuerte versus modelos débiles
Lectura:
-
José Iglesias Fernández. Renta Básica, participación
ciudadana y transformación social. Mimeo, mayo 2001.
Disponibles en:
www.rentabasica.net
www.sindominio.net/renta-basica
La Renta Básica: un espacio político
Desde el liderazgo: partidos, sindicatos, académicos
Desde la ciudadanía: colectivos, movimientos sociales, redes
Lectura:
-
José Iglesias Fernández. La Renta Básica y los
derechos humanos. El vuelo de Ícaro, Nº 1, marzo
2001.
-
José Iglesias Fernández. Renta Básica, participación
ciudadana y transformación social. Mimeo, mayo 2001.
Disponibles en:
www.rentabasica.net
www.sindominio.net/renta-basica
Textos básicos
-
José Iglesias Fernández. El derecho ciudadano a la renta
básica. Libros de la Catarata 1998.
-
José Iglesias Fernández. La pesadilla del "american dream":
pobres entre los más ricos. En Manolo Sáez y Sara Nieto.
El
viaje al corazón de la bestia. Virus Editorial 1999.
-
José Iglesias Fernández. Ante la falta de derechos, ¡¡Renta
Básica, Ya!!. Virus Editorial 2000.
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