Renta Básica: el modelo
fuerte como instrumento de transformación social.
José Iglesias Fernández
0. Derecho al trabajo, derecho a una renta básica
La pobreza y el hambre todavía
permanecen. Es más, incluso aumentan porque no hay voluntad de resolverlas.
Günter Grass
Históricamente, la pobreza viene de lejos. Sus
causas son estructurales (Iglesias; 98 y 99)1
y sirve para potenciar los intereses de los grupos de poder social y económico
de cada época. Para Günter Grass, nunca hubo disposición
de erradicarla. En el capitalismo, "la ciencia y las tecnologías
poco o nada han hecho para solucionar la pobreza y el hambre". Reconoce
que se ha conseguido "transplantar riñones y corazones nuevos a
cualquiera que pueda pagarlos, telefonear de forma inalámbrica,
es decir, todo aquello de lo que es capaz el cerebro humano de plasmar".
Sin embargo, recalca, "la pobreza y el hambre todavía permanecen.
Es más, incluso aumentan porque no hay voluntad de resolverlas".2
En el análisis económico de la pobreza
que William A. Jackson3 hace dentro
de las economías capitalistas, singulariza "el desempleo como una
de las causas principales de la pobreza. Es decir, cuando la gente se queda
en paro, habitualmente se queda sin ingresos". Por tanto, cuando se da
el desempleo,4 "la sobre vivencia de
las personas desempleadas va a depender habitualmente de los subsidios
de paro y de los programas de asistencia social" que puedan estar en práctica
en ese momento.
Para dar una respuesta a todas estas situaciones
de precariedad laboral e inseguridad económica, hubo que sugerir
políticas de mantenimiento de ingresos, unas más radicales
y otras más asistenciales, "unas, desde el derecho al trabajo, relacionando
empleo e ingreso; y otras desde la renta básica, desligando esta
clase de ingreso de la obligación de encontrar empleo" (Jackson).
Las políticas de ingresos podemos clasificarlas
de acuerdo con dos criterios iniciales: sobre la base de priorizar el empleo
y la concesión de una suma de dinero. También podemos
subordinar estos dos criterios a que estén condicionados
por el mercado de trabajo (MT) o a que sean independientes del mismo.
La Tabla 1 recoge estas cuatro relaciones
Tabla 1. Modelos y criterios de mantenimiento
de las rentas
|
MODELOS
|
Rentas Condicionadas al Mercado de Trabajo
|
Rentas Independientes del Mercado de Trabajo
|
CRITERIOS
|
Prestaciones Económicas
|
Subsidio de Paro
|
Renta Básica
|
Mercado de Trabajo
|
Empleo Garantizado
|
Contraprestación laboral
|
Fuente: William A. Jackson. Trabajo citado
Políticas de rentas dependientes del
mercado de trabajo (MT)
Comenzando por el Empleo Garantizado,
para mantener las rentas se necesita crear suficiente empleo y un buen
nivel de salarios.5 Cuanta más
ocupación se genere menos recursos se necesitan para financiar el
paro y los programas de asistencia social. Esta posibilidad de crear empleo
sólo la tiene el sector privado y el Estado. Sin embargo, las políticas
de empleo del sector privado en la época de la globalización
consisten en imponer la total desregulación del MT para disponer
de la fuerza de trabajo en régimen de despido libre y gratuito y
la eliminación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
A su vez, la política de empleo del Estado consiste en favorecer
la desregulación del MT, reducir el empleo público y privatizar
los servicios que atendía desde el Estado del bienestar. Garantizar
el empleo con buenas remuneraciones, sería una medida eficaz para
mantener las rentas, pero no parece ser un propósito de las empresas
privadas y del Estado en la época del capitalismo global. Además,
de ningún modo estas medidas estarían entre las recetas recomendadas
por el FMI, que mientras "la buena marcha de la economía mundial
está llenando sus propias arcas, insta al Gobierno a abaratar el
despido y a retrasar la edad de la jubilación".6
Tampoco el Subsidio de Paro
parece ser la medida programada para defender y aumentar el nivel de rentas.
Por un lado, la OCDE recrimina al Gobierno español que todavía
mantenga un Estado del bienestar "tan generoso".7
Con el despido, "la organización critica al Gobierno por el elevado
número de trabajos temporales que existen y pide reducir más
las indemnizaciones por despido prevista
para los contratos temporales y los indefinidos...", También recomienda
eliminar "la distinción entre despido procedente e improcedente";
si el Subsidio de Paro está
en función del tiempo cotizado y de que el cese sea improcedente,
eliminar esta distinción es imposibilitar cobrar el subsidio de
paro. Por otro, al igual que en su día lo hicieron los respectivos
Gobiernos socialistas, el Gobierno del PP está siempre recordando
e insistiendo en la necesidad de seguir con la flexibilización del
mercado de trabajo, lo cual supone endurecer más los criterios para
tener acceso al subsidio de paro y a las pensiones;
el Gobierno ya está proponiendo que sindicatos y partidos firmen
el segundo Pacto de Toledo,8
que tiene como uno de sus objetivos "el calcular la pensión con
base a los años cotizados durante toda la vida profesional y no
de los últimos 15 años".9
Políticas de rentas incondicionales
con respecto al mercado de trabajo (MT)
La Contraprestación
Laboral, o Trabajo Básico (TB), se define como aquel
nivel de empleo mínimo que el Estado se compromete a facilitar
a todas aquellas personas que buscan y no encuentran empleo en el MT. El
TB podría consistir en una actividad mínima que garantizase
un salario mínimo pero suficiente para cubrir un nivel de "vida
digna".10 Frecuentemente, los defensores
del TB señalan que muchos de los servicios sociales podrían
ser atendidos mediante contraprestación socio-laboral. Igualmente,
por el derecho al trabajo, se permitiría
que los ciudadanos / as que deseasen mayores ingresos los buscasen mediante
un empleo en el MT, y así complementar estas rentas mínimas.
Pero este deber de la contraprestación
introduciría unos efectos perversos sobre el empleo público
que el Estado tiene contratado actualmente en el MT: degradaría
las condiciones de empleo, los niveles salariales, la calidad profesional,
el contrato de empleo, etc. (Iglesias; 97). Además, el hecho de
realizar un trabajo como contraprestación suena a obligatorio, a
taller, a oficina, a campo de concentración, a mano de obra forzosa
que se aplicaría muchas veces a realizar aquellos servicios que
el sector privado de la economía no encuentra rentable su explotación.
Finalmente queda el modelo de laRenta
Básica (RB), objetivo central de este artículo.
En
una primera definición, la RB consiste en garantizar a cada ciudadano/a
el derecho a percibir periódicamente una cantidad de dinero, que
sea lo suficientemente adecuada para cubrir las necesidades materiales
de cada persona. Satisfacer estas necesidades, con su correspondiente cantidad
monetaria, variará según el momento histórico, el
nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y la capacidad de generar
riqueza, la cultura de cada pueblo, etc. Esta propuesta tiene las mismas
o más dificultades que los modelos anteriores de sostenimiento de
la renta. A pesar de ello, consideramos que este nuevo derecho
ciudadano a una renta básica contiene las virtudes y
las características suficientes que lo hacen idóneo para
establecer los fundamentos de un nuevo modelo
de bienestar social público para el siglo XXI (Iglesias;
2000). Es una razón muy poderosa para que unos pocos autores y colectivos
sociales apostemos por una lectura anticapitalista
y por un modelo fuerte de RB.
1.
Los modelos de bienestar social: ¿qué origen? ¿qué
futuro?
No venimos a pedir limosna,
venimos a exigir justicia. Comandante Esther del EZLN
Los sistemas de protección social pública
que se han establecido en los diferentes países desde mediados del
siglo XIX son el resultado de las reivindicaciones y los pactos acordados
entre los grupos dominantes del sistema capitalista y los representantes
de los movimientos obreros y populares. Estos sistemas de bienestar social
se fueron implantando casi siempre teniendo como orientación dos
modelos11 de referencia: el de seguro
y el de solidaridad:
-
En el modelo de seguro (Bismarck),
"los trabajadores renuncian obligatoriamente a una parte de sus remuneraciones
presentes, para constituir un fondo que se utilizará para cubrir
los gastos de la atención de su salud, para suministrarles un ingreso
cuando no puedan trabajar, ya sea porque pasaran cierta edad, tuvieran
un accidente, enfermedad o se vieran afectados por desempleo involuntario.
El contrato de seguro relaciona a un asegurado, que paga regularmente una
prima al asegurador, con un asegurador que, en caso de siniestro o de hacerse
efectivo un riesgo, paga una indemnización al asegurado. Este modelo
de Estado del Bienestar se basa en un sistema de seguros sociales de carácter
obligatorio que efectúa descuentos y transferencias, pero que no
necesita más justificación ética que el interés
personal de los cotizantes. Por tanto, no se puede percibir la prestación
si previamente no se ha pasado por el mercado de trabajo y se ha contribuido
con la correspondiente cuota social". (Van Parijs)
-
En el modelo de solidaridad (Beveridge),
"todos
los titulares de ingresos primarios (del trabajo y del capital) renuncian
obligatoriamente a una parte de sus ingresos para constituir un fondo que
suministrará a todos los miembros de la sociedad un nivel mínimo
de recursos, incluida la prima de un seguro de salud, ya sea porque no
son capaces de atender ese mínimo de recursos por sus propios medios
(en razón de edad, incapacidad, accidente, enfermedad) o por la
imposibilidad de encontrar un empleo cuya remuneración le resulte
suficiente. Esta solidaridad, expresada por las transferencias entre personas
activas y no activas, se justifica porque toma en cuenta los intereses
de todos, lo cual constituye la solidaridad en sentido fuerte, la solidaridad
con aquellos a los que la suerte natural o social ha ubicado desde el principio
en situaciones menos favorables que la nuestra". (Van Parijs)
Hasta estos momentos, y siguiendo con Van Parijs, "toda
la historia del Estado del Bienestar (o casi toda) puede ser leída
como la historia de la lucha entre esos dos principios: por una parte,
un principio de seguro simple, que es una solidaridad débil (reducible
al interés personal) entre afortunados y desafortunados ex post;12
y
por otra, un principio de solidaridad fuerte (que va más allá
necesariamente del interés personal) entre afortunados y desafortunados
ex
ante". También los propios principios que orientaron las políticas
sociales aplicadas durante estos modelos de bienestar fueron atacados o
puestos en cuestión: la igualdad por la eficiencia, la universalidad
por la selectividad de los programas sociales, y la descentralización
por la reprivatización.13
Ahora bien, en la etapa del capitalismo global, con
un modelo de protección social pública caracterizado por
la combinación de estos dos modelos, se ha ido proyectando una política
pública para desmontar el Estado del Bienestar y las correspondientes
políticas sociales (Iglesias; Crb Núm. 0). ¿Qué
hacer entonces?
-
P. Van Parijs va a trazar su propio modelo. Con el modelo
de equidad, este autor propone la necesidad de "impulsar
un Estado del Bienestar para el tercer milenio, que consista en un modelo
de solidaridad más grande... un tercer modelo justificado desde
la equidad...". Apoyándose en Thomas Paine (1796), que proponía
gravar la renta de tierras o haciendas, y distribuir el total incondicionalmente
bajo la forma de una asignación a cada adulto..., en este modelo
de equidad ya no se trata de transferir desde los más afortunados
a los desafortunados, por temor a encontrarse un día en la misma
situación que estos últimos (justificación aseguradora),
ni tampoco porque los afortunados hubieran podido encontrarse en la misma
situación (justificación solidaria). No, las transferencias
están aquí requeridas por el simple hecho de dar a cada uno
una parte igual de nuestro patrimonio común en el más amplio
sentido (justificación equitativa). La prestación universal
máxima sostenible no hace sino distribuir, tanto como sea posible
entre todos, un patrimonio que tiende espontáneamente a ser monopolizado,
muy desigualmente, por los que están mejor situados o más
ávidos de aprovecharlo".14
Nosotros consideramos que es necesario ir todavía
más lejos. No nos es suficiente el modelo equitativo a lo Paine/Parijs,
ya que aunque la equidad es un valor a reivindicar permanentemente, la
naturaleza y la dinámica del capitalismo son esencialmente contrarias
a tolerar que exista justicia no burguesa ex ante y ex post.15
Para
nosotros, la etapa de la globalización capitalista
constituye
un período
duro para el bienestar de las poblaciones, debido
a la consolidación del neoliberalismo, y la dictadura de la burguesía.
Unos en nombre del conservadurismo democrático, otros de la social
democracia, y otros del centro,16 todos
están imponiendo /proponiendo las llamadas políticas neoliberales
del sistema capitalista en todo el mundo. Políticas conservadoras
que tienen en común la materialización de los siguientes
objetivos: la desregulación total del mercado de trabajo y la liberalización
total del mercado de capitales; la disminución del gasto en pensiones,
en el subsidio de desempleo, y en el resto de las prestaciones del Estado
del bienestar; la paulatina implantación de un sistema fiscal regresivo;
la privatización de la educación, la sanidad y los servicios
sociales del sector público para que el capitalismo pueda ampliar
aquellas áreas susceptibles de substanciosos beneficios. No se oculta
que se trata abiertamente de favorecer a todos aquellos intereses (Burguesía)
relacionados con el Capital, y eliminar aquellos otros de las personas
(Proletariado) dependientes del
Trabajo. En los Estados Unidos ya
se han elaborado incluso 'programas sociales' con la intención de
matar
al pobre, y poder sustituir los anteriores que tenían como finalidad
la de
aliviar la pobreza (Iglesias; 1999).
Para enfrentar esta realidad política y social
que está imponiendo la dictadura de la burguesía en todo
el mundo, coincidimos con Van Parijs en que es necesario reflexionar sobre
un nuevo sistema de protección social, nuevo en el sentido
de sustituir buena parte de la Seguridad Social actual por la implantación
de la RB, pero también mantenemos que ha llegado el momento de enfrentarse
al capitalismo del próximo milenio con nuevas armas y conceptos,
con una propuesta político-social que sea también lo más
antiglobalizadora,
anticapitalista posible. Para ello, y como hemos señalado anteriormente,
proponemos:
-
Un modelo anticapitalista, desde una
argumentación filosófica, en la cual la RB no tenga como
finalidad constituirse en el 'tercer modelo' de Estado del Bienestar, sino
que, con un modelo fuerte, ha de ser un instrumento de lucha a disposición
de todos los colectivos que estén explícitamente comprometidos
con la transformación del sistema capitalista.
Como nuevo derecho ciudadano, las propuestas de la RB
vienen justificadas desde dos dimensiones diferentes de los principios
éticos (Iglesias; marzo del 2001).
-
Para quienes parten de una interpretación
liberal progresista o socialdemócrata de las sociedades
(Nozick, Rawls, Van Parijs),17 la teoría
propietarista y el liberalismo igualitario muestran que la apropiación
privada por parte de los capitalistas de los bienes y servicios producidos
por los trabajadores, requiere de unas compensaciones como la RB, para
que las sociedades capitalistas puedan ser más equitativas. Son
interpretaciones dirigidas a corregir las profundas desigualdades sociales
que genera el sistema actual, sin que ello suponga un cambio radical del
mismo sistema; la ciudadanía continua rigiéndose por la libertad
burguesa, la justicia burguesa, la democracia burguesa, y la explotación
de la persona en el proceso productivo capitalista. Los autores de El
manifiesto comunista clasificarían esta interpretación
entre dos tipos de socialismo: el pequeño burgués
y el conservador. Dirían que es una propuesta que trata de
"encajar por la fuerza (de las ideas) los medios modernos de producción
y de cambio en el marco de las antiguas relaciones de propiedad... y que
trata de remediar los males sociales con el fin de consolidar la sociedad
burguesa..." (Marx-Engels; 1996, 66-69)
-
Para quienes planteamos una interpretación
crítica, rechazando las sociedades de clase, y el capitalismo
en particular, por ser esencialmente injustas, la RB puede convertirse
en un importante instrumento para transformar radicalmente estas sociedades.
Más preciso; los que hablamos de una lectura
y un modelo fuerte de RB, sólo necesita esta justificación
ética de la misma, ya que únicamente se la considera
como un medio para luchar contra el capitalismo. Aquí la exigencia
de la justificación se desplaza ella misma a enjuiciar la naturaleza
moral de la sociedad, a demostrar por qué el capitalismo es un orden
social injusto; es decir, la propuesta de transformación del sistema
capitalista sí que requiere de una justificación ética.18
Y esta evaluación es indispensable, entre otras razones porque estamos
de acuerdo en que el fin (emancipación de la sociedad capitalista)
no siempre es suficiente para justificar el medio (la RB);
pero tampoco aceptamos que el medio (aplicación de la RB
para un tratamiento maximin de las desigualdades sociales) sea suficiente
para justificar el fin (mantener la defensa del sistema capitalista).
Por consiguiente, ¿aportar una justificación
para ir contra el capitalismo?, indispensable;
¿demostrar la idoneidad de la RB como instrumento para luchar contra
el capitalismo?,
necesaria; ¿enredarse
en una justificación de la RB para sostener el capitalismo?, irrelevante.
Más abajo explicaremos también cual es la idoneidad de la
RB como instrumento de transformación social.
2.
La Renta Básica
La Renta Básica reivindica
dignidades. Paqui Borox López
Decíamos que la RB consiste en el derecho que
ha de tener todo ciudadano/a a percibir unos ingresos en dinero periódicamente
para satisfacer las necesidades materiales, y sin ninguna contrapartida
a cambio. Esto quiere decir que la RB ha de ser concedida de forma individual,
universal e incondicional.
La RB constituye un nuevo derecho ciudadano que facilita
la materialización de los demás derechos del hombre y del
ciudadano al proporcionar los medios económicos imprescindibles
para la independencia y autonomía de la persona. En realidad, es
un nuevo derecho burgués que permite la consecución,
en unos casos, y la defensa en otros, de los 30 artículos (derechos)
establecidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos. La
Renta Básica tendría que convertirse en el derecho 31.
La RB, por su carácter incondicional y ajeno
al mercado de trabajo, presenta un mayor atractivo que otras prestaciones
que existen en la actualidad, al evitar las connotaciones humillantes de
la pobreza y la asistencia social. Incluso en sus fases de aplicación
parcial, siempre que no conlleve una contraprestación laboral,
puede facilitar la mejora y dignidad de la atención a ciertos colectivos.
Sólo esta característica ya justificaría el interés
social por este nuevo derecho.
Los modelos de Renta Básica
Los objetivos que se persiguen con la implantación
de la RB, así como conseguir la mayor parte de sus ventajas, requieren
un determinado modelo de RB. Actualmente, debido al interés social
y político que ha suscitado el tema, se pueden encontrar propuestas
muy variadas de subsidios públicos, como el IN y la RMI, a las que
se denominan RB, pero que distan mucho de defender las tres características
fundamentales que hemos mencionado al principio: individualidad, universalidad
e incondicionalidad; y que casi siempre contienen uno o varios de los
peligros que mencionaremos más abajo.
Conviene, entonces, saber que hay muchas y se pueden
hacer distintas lecturas de la RB, así como muchos y variados los
modelos que se pueden aplicar a cada una de estas versiones. Por tanto,
todo el contenido del modelo de implantación de la RB puede variar
de acuerdo con las opciones específicas que se tomen, y que serán
diferentes según los criterios de selección de los otros
modelos.
En términos de capacidad productiva, la economía
española produce la suficiente renta para proponer y financiar un
modelo
fuerte. Además, hay tres razones para apostar por
la aplicación de este modelo de costo y financiación de la
RB:
-
Una lectura anticapitalista de la RB como proponemos, requiere un modelo
fuerte anticapitalista.
-
Otra es la que nos permite distinguirlo y distanciarlo de los modelos
débiles de RB que se propugnan en otros estudios y programas
políticos, como el IN y el PIRMI, que evaluaremos después:
estos pueden tener más posibilidades políticas a la hora
de aplicarlos, pero conllevan intrínsecamente una sinfín
de inconvenientes económico-burocráticos a la hora de aplicar
estos modelos parciales.
-
La tercera consiste en advertir que todos aquellos subsidios
de tipos múltiples que ofrece el Estado, como es la Renta Mínima
de Inserción (RMI), o que reclaman algunas organizaciones, no son
lo mismo que la RB, pero que frecuentemente nos los presentan como si fuesen
iguales: estos esquemas de protección social fomentan y amparan
las trampas de la pobreza y del paro.
El modelo fuerte de Renta Básica
Por su naturaleza y características, la RB no
es una propuesta de modificación marginal de los sistemas
de protección social actuales, sino que su implantación supondrá
una transformación de gran alcance, afectando muy substancialmente
a muchos aspectos de la vida social, tales como la distribución
de la renta, el sistema fiscal, el mercado de trabajo, el papel del trabajo
(asalariado, doméstico, voluntario), así como las motivaciones
para su oferta, su impacto en los movimientos sociales y la participación
ciudadana en la vida política. En este trabajo, no hay espacio para
desarrollar todos estos aspectos.
Las cinco características que definen nuestro
modelo como fuerte son que incluyen
en el cálculo básico la posibilidad de que la RB:
-
se proporcione a toda la población;
una parte de la misma de forma personalizada
-
que la suma a percibir por cada perceptor sea la
misma para cada persona
-
que la cuantía por persona sea igual a la definida como umbral
de pobreza
-
que sustituya a casi todas las demás prestaciones
económicas en vigor: pensiones, subsidios, subvenciones,
ayudas, etc.
-
y que el importe total de la RB se divida en dos
partes; una parte la percibirán directamente las personas,
y la otra se dedicará a las inversiones de carácter colectivo:
sanidad, educación, vivienda, transporte, medio ambiente, etc.
La utilización de este modelo
fuerte asegura cuatro de los objetivos que están
en la base de la elección de este modelo:
-
evitar los costes
burocráticos que supone administrar la RB
-
no aumentar más el control que
el Estado ejerce sobre los ciudadanos / as
-
erradicar la pobreza económica
al utilizar la mitad de la renta per capita, o umbral de pobreza, como
cantidad mínima de partida.
-
y asegurar la participación ciudadana
en la asignación de la parte de la RB que se ha de dedicar a las
bienes (inversiones) y servicios de índole colectivo.
La RB se orienta a la satisfacción de las necesidades
de las personas de una sociedad. Y se plantea que éstas dispongan
de los medios materiales necesarios para ello. No obstante, las necesidades
no se resuelven todas en el ámbito individual, sino que requieren
la existencia de bienes colectivos. Por ello, nuestra concepción
de la RB supone reforzar también la provisión de éstos.
Con este objetivo se plantea que, de los fondos totales dedicados a la
Renta Básica, se dedique una parte (en este trabajo el 20% del Fondo
RB) a la satisfacción de las necesidades colectivas, en lugar de
la distribución individual. Esta dedicación de una parte
de la RB a la inversión de índole colectiva responde a dos
finalidades premeditadas: recuperar las virtudes que tiene el uso de
los bienes públicos frente a todo el discurso actual dominante
de ensalzar el individualismo y, asimismo, instituir los medios por los
cuales los ciudadanos puedan participar en las decisiones de asignación
de los recursos. En si misma, la naturaleza de la RB es de carácter
colectivo; esto quiere decir que contiene la expresión de la voluntad
colectiva de asumir la necesidad de proteger y asegurar el bienestar de
las personas consideradas como individuos sociales.
¡Cuidado con los modelos débiles!
Los modelos débiles,
o
parciales,
son aquellos que modifican alguna de las características que definen
la RB. Es decir, se concede la RB únicamente a una parte de los
ciudadanos o a la familia; casi siempre por un importe bastante menor que
el del Umbral de Pobreza; y a veces exigiendo alguna contraprestación
por parte del ciudadano/a sujeto del derecho; son mecanismos mucho más
limitados de organización social en relación con el modelo
fuerte que defendemos. Además, aunque los modelos débiles
son políticamente más fáciles de implantar, violentan
los principios de individualidad,
universalidad e incondicionalidad,
limitando los objetivos y reduciendo ostensiblemente el bienestar de los
ciudadanos que se pretende conseguir con el modelo fuerte. Si tomamos la
Tabla 2, y aplicamos el criterio de Pobreza Severa en vez del Umbral de
Pobreza, comprobamos como con el 25% del PIB cubrimos las necesidades de
RB de toda la población; la medida es más barata, pero perdemos
nuestro objetivo de erradicar la pobreza de las personas empobrecidas.
Todavía se podría ir suavizando más
el modelo, pero esto nos llevaría a seguir violentando mucho más
nuestras propias premisas. Es decir, cualquier modelo de carácter
familiar introduciría el control y el gasto burocrático,
con lo que la RB ya no sería incondicional ni un derecho individual.
El Programa Interdepartamental de Renda Mínima d'Inserció
(PIRMI), nos va servir de un primer ejemplo para ilustrar las limitaciones
de los modelos débiles:19
-
El PIRMI consiste en la concesión
de una renta mínima por parte de los poderes públicos, a
aquellas familias o personas que se encuentran en una situación
de pobreza o marginación. Como la finalidad principal del Programa
es la integración social y la inserción laboral, los beneficiarios
están obligados a... firmar y cumplir el convenio de inserción
o reinserción social y/o laboral que se acuerde en cada caso".20
Esto implica que las limitaciones y las diferencias
cualitativas entre el derecho ciudadano a la RB y los programas sociales
del tipo rentas mínimas de inserción (RMI), como es
el caso del PIRMI (y el explicado del IN), sean considerables:
-
La RMI no es un derecho ciudadano,
sino un subsidio que se otorga a la familia.21
Se concede de forma asistencial.
-
La RMI no es un derecho universal;
no todos los ciudadanos pueden beneficiarse del mismo, sino únicamente
las familias pobres que se encuentren dentro de la definición oficial;
luego, no se erradica sino que permanece el estigma de la pobreza. En el
2000, la cuantía del PIRMI, 47.506 pesetas
mensuales, suponía un 67,2% del SMI; en este mismo año,
la RB era un 123,9% del SMI. (Tabla 3)
-
La RMI no es un derecho incondicional,
ya que su concesión está sujeta al compromiso de inserción
en el mercado de trabajo y al nivel de ingresos de la persona o familia
beneficiaria; luego, no se erradica sino que permanece el estigma del parado
y se generaliza el estigma del subsidiado.22
A su vez estimula las trampas de la pobreza y del paro.
-
La RMI introduce un coste social, en
términos de control; y un coste económico muy elevado, en
términos de administración burocrática; hay que demostrar
el origen y el nivel de ingresos, así como cumplir todo aquellos
otros requisitos diseñados en el programa de inserción sociolaboral.
-
La RMI atropella los principios de
universalidad e incondicionalidad y, parcialmente, el de individualidad.
En las Tablas 2 y 3 presentamos las diferencias que
existen entre el modelo básico fuerte y la posible aplicación
de modelos débiles:
-
Tabla 2. El hecho de aplicar el Umbral
de Pobreza a toda la Población compromete ex ante al Gobierno
a que un 50% del PIB esté redistribuido previamente entre todos
los habitantes, dejando para el mercado la distribución del otro
50% del PIB. En este nuevo modelo de redistribución de larenta,
además de las categorías tradicionales económicas
que se utilizan, como las Rentas del Trabajo o "Remuneración de
los asalariados", las Rentas del Capital, o "Excedente neto de explotación",
las Rentas del Estado o "Impuestos menos las subvenciones", y las Amortizaciones
o "Consumo de capital fijo", aparece una nueva categoría de reparto
de índole ciudadana: la Renta Básica Individual y
Colectiva. A su vez, el hecho de que únicamente se distribuirá
el 45% del PIB23 en forma de RB individual,
crea la necesidad de instituir un mecanismo de participación
ciudadana para debatir y acordar cómo se ha de distribuir el
5,0% del PIB en forma de RB dedicado a los bienes y servicios de carácter
colectivo: sanidad, educación, transporte, vivienda, medio ambiente,
etc.
Tabla
2. Distribución de la Renta |
|
Distribución
según el
Mercado
|
Intervención
del
Estado
|
Distribución
con
Renta Básica
|
|
|
|
Rentas del Trabajo |
46,5
|
|
|
Rentas del Capital |
34,5
|
|
38,6
|
Rentas del Estado (*) |
7,6
|
|
|
Consumo de capital fijo |
11,4
|
|
11,4
|
|
|
|
|
A Fondo
Renta Básica |
|
100,0
|
50,0
|
* Individual |
|
90,0
|
45,0
|
* Colectiva |
|
10,0
|
5,0
|
|
|
|
|
PIB a precios
de mercado |
100,0
|
|
100,0
|
Para la Inversión (media
anual 1993-1999) |
21,0
|
|
21,4
|
Para el Consumo |
79,0
|
|
78,6
|
(*) Impuestos a la producción y la importación menos
Subvenciones de exportación y a la importación
Fuente: Elaboración propia con datos de Contabilidad Nacional
de España. Base 1986. INE 1998
-
Tabla 3. El hecho de aplicar un criterio
fuerte de cantidad, como el Umbral de Pobreza supone un porcentaje
bastante más elevado que la concesión de criterios débiles
de cantidad: sobre el Subsidio de paro, un 22,0% más de dinero;
sobre el SMI un 23,9%, sobre la renta mínima de inserción
en Cataluña (PIRMI) un 56,7%, el doble sobre el concepto de Pobreza
severa, etc.
Tabla
3. Comparación entre Prestaciones Sociales. Cuantía media
en pesetas |
|
Mes
|
Año 2000
|
% sobre SMI
|
|
|
|
Invalidez |
91.200
|
1.276.800
|
129,0
|
Jubilación |
91.000
|
1.274.000
|
128,7
|
Viudedad |
56.500
|
791.000
|
79,9
|
Orfandad |
33.800
|
473.200
|
47,8
|
Favor a familiares |
41.700
|
583.800
|
59,0
|
Pensión media |
79.400
|
|
112,3
|
Subsidio de paro |
72.000
|
1.008.000
|
101,9
|
|
|
|
|
PIRMI en Cataluña |
47.500
|
570.072
|
67,2
|
|
|
|
|
UMBRAL
DE POBREZA |
87.552
|
1.050.624
|
123,9
|
|
|
|
|
Pobreza Severa |
43.776
|
525.312
|
67,2
|
|
|
|
|
SALARIO
MINIMO INTERPROFESIONAL |
70.680
|
989.520
|
100,0
|
Recuadro 1. Países con experiencia
de modelos débiles de Renta Básica
Alaska. Una parte del valor de la
explotación petrolífera (criterio recursos naturales) está
dedicada a dar una RB a la población residente en este Estado.
Brasil. En este país se dan
dos casos. Uno, el Senado aprobó en 1995 el Programa de Garantía
de Renta Mínima, un modelo parcial, en el sentido que sólo
se concede la RB a aquellos trabajadores mayores de 25 años y que
únicamente tengan unos salarios por debajo de dos veces el salario
mínimo mensual. Dos, el Congreso aprobó el 11 de abril del
2001 el Programa de Renta Básica Mínima mensual para todos
los niños de aquellas familias, cuyos ingresos no alcancen la mitad
del salario mínimo. Limitado a tres hijos como máximo, la
RB de una unidad familiar de dos adultos y tres niños supone casi
un 50% de mejora de su ingreso familiar.
Canadá. Desde 1951, el gobierno
federal de Canadá, mediante el programa de seguridad social para
la tercera edad, paga una pensión universal a todas las personas
a partir de cumplir la edad de 65 años, y sin más requisito
o condición que la de ser ciudadano canadiense o residente legal.
El caso canadiense podríamos clasificarlo como un modelo de RB parcial,
en el sentido de que es un modelo de RB individual, es universal, en cuanto
que no es contributivo ni meritocrático; pero es parcial o condicional
en cuanto introduce una limitación por edad.24
Cuba. Señalar que como en
este país existe un mecanismo de redistribución en la dirección
de la RB. Los cubanos reciben una RB en especie en términos de canasta
alimentaria que, añadida a la educación y la sanidad,
supone una aportación muy importante al conjunto de las prestaciones
de su sistema de bienestar.25
País Vasco. El Parlamente
vasco aprobó la Carta de Derechos Sociales, en la cual garantiza
una renta mínima mensual del 75% del SMI (61.845 pesetas)
a todas las personas mayores de 25 años a partir del 1 de enero
del 2001. El tope máximo se establece en 110.000 pesetas mensuales
para familias con más de tres miembros.26
Aún siendo todos estos casos ejemplos de modelos débiles,
y siempre que queden claras sus limitaciones, reconocemos que es muy importante
destacar el avance y la evolución que marcan en el camino hacia
la implantación de una propuesta anticapitalista de la RB. También
forman un contrapunto para todas aquellas personas que pensamos que la
RB no sólo es éticamente deseable, sino que es asimismo económicamente
viable. Sabemos que los derechos se ganan paulatinamente, y que el camino
se hace al andar. |
3.
Cuatro peligros acechan la Renta Básica
El sistema actual de ayuda
pública ha fallado. Inadecuado en su cobertura y beneficios, perverso
en sus incentivos, potencia aquellas desigualdades que intentaba eliminar.
James Tobin
Salario social y contraprestación
Algunos grupos sociales solicitan la creación
de lo que denominan
Salario social por el cual los trabajadores
sin empleo ni subsidio de paro recibirían una prestación
económica Esta reivindicación no es la misma de la de la
Renta Básica.
No está de más recordar que, cuando
una persona trabajadora carece de ingresos, no encuentra empleo y ha agotado
la percepción del subsidio de paro, solicita del Estado el subsidio
de paro no contributivo. Los beneficiarios que consiguen esta prestación
social actualmente, por suponer una ayuda asistencial, no tienen que realizar
ninguna tarea como contraprestación por la misma. Por tanto, nos
parece una equivocación rebautizar el subsidio de paro no contributivo
con el término de salario social, puesto que el término salario
implica siempre una contraprestación en horas de trabajo. Todo ello
conlleva el peligro de identificar salario social con la exigencia de que
el beneficiario haya de realizar alguna contraprestación a cambio.
Si el Estado, cuando concede el subsidio de paro no contributivo no exige
ninguna contraprestación, ¿por qué han de reclamarla
los movimientos ciudadanos, sindicales o políticos, supuestamente
de izquierdas?
Pobreza
En el modelo fuerte, uno de los objetivos de la RB es
la erradicación de la pobreza, castigo del sistema capitalista y,
para ello, se establece que la cantidad que ha de percibir cada ciudadano
beneficiario sea por lo menos, igual a la que viene determinada por el
umbral
de pobreza. Frecuentemente se nos dice que, si no hubiera pobreza,
la RB no tendría justificación para implantarla. Por tanto
no tendría tampoco sentido defender la RB como un derecho ciudadano
al margen de esta injusticia social. No obstante, por ser un derecho ciudadano,
la consecución del derecho ciudadano a la renta básica
nada tiene que ver con el nivel de riqueza o pobreza, empleo o paro, que
puede estar experimentando cada persona y la economía de un país.
La RB es una propuesta que sirve lo mismo para los ciudadanos ricos que
pobres; cada uno tiene derecho a una parte igual de la renta que produce.
No hay que confundir la necesidad de eliminar la pobreza con el derecho
generalizado a que cada persona nazca protegida por un entorno de seguridad
económica, por la Renta Básica.
El Impuesto Negativo (IN)
El peligro del IN para la RB merece un tratamiento
más extenso que los tres anteriores. Especialmente por que puede
ser este el instrumento que está actualmente diseñando el
PSOE con el nombre de Renta Básica de Ciudadanía.
Existe un parecido en los nombres, y quizá hasta una voluntad similar
en el diseño del concepto en la declaración de principios;
sin embargo, es casi seguro que el mecanismo que se aplique al final sea
una variante del IN y no un modelo de RB.
El contexto.
Históricamente, la idea de implantar un impuesto negativo comenzó
a debatirse en los EE.UU. al comienzo de los 60s con el redescubrimiento
de la pobreza, y del fracaso de los programas de ayuda social creados contra
la desigualdad: "El sistema actual de ayuda pública ha fallado.
Inadecuado en su cobertura y beneficios, perverso en sus incentivos, potencia
aquellas desigualdades que intentaban eliminar", sentenciaba James Tobin.27
Hasta entonces, sólo se concedían subsidios a las familias
muy pobres y en las que ningún miembro de la misma trabajaba (enfermos,
madres solteras con niños a su cargo, etc.). Si alguien tenía
empleo, en general se le eliminaba la subvención, o, en algunos
casos, se le descontaba de la misma un dólar por cada dólar
que ganaba con su trabajo (que es como si le pusieran un impuesto del 100%
sobre sus nuevos ingresos). Con este sistema, la familia que estuviera
recibiendo un subsidio y empezase a trabajar no mejoraba sus ingresos con
su empleo (a menos que tuviera un salario alto, lo que no era frecuente);
lo que desanimaba a las familias que cobraban subsidio a buscar empleo,
por lo que el trabajo era desincentivado.28
Ello llevó a buscar un sistema que motivara para el trabajo y que
al mismo tiempo fuera reduciendo el importe del subsidio.
Algunos economistas de talante conservador, entre
ellos Friedman, propusieron entonces el llamado IN para completar los ingresos
de las familias pobres, como una propuesta de coste económico relativamente
moderado y que evitase la disminución del incentivo para la actividad
laboral. El IN pretende combinar la percepción del subsidio con
el estimulo al empleo al permitir que los ingresos que se puedan percibir
por el trabajo sean adicionales al subsidio hasta un cierto importe.
La filosofía.
Toda persona/familia debe tener garantizado un cierto nivel mínimo
de ingresos, y, si no los obtiene por sí misma, la sociedad tiene
que proporcionárselos. Además, cada vez son más los
casos de remuneraciones tan bajas por el trabajo que, aunque algún
miembro de la familia trabaje, no se llega al mínimo familiar establecido,
por lo que los ingresos deben ser socialmente completados. Por tanto, a
todas estas familias se les concede un subsidio que asegura dispongan del
nivel de ingresos mínimos. Este subsidio es el que se considera
como 'impuesto negativo': los que tienen ingresos por debajo del
nivel considerado de equilibrio cobran
un subsidio, que es lo mismo
que un impuesto negativo, mientras que los que tienen ingresos por
encima de dicho nivel pagan los impuestos habituales.
Pero las ayudas a las familias pueden tener repercusiones
negativas en la motivación para el trabajo de sus miembros, los
que viven bien siempre piensan que los pobres son vagos, por lo que hay
que dar ayudas que no desmotiven sino que incentiven a trabajar. Si alguien
en la familia trabaja y al mismo tiempo se les elimina el subsidio por
el mismo importe de lo que cobran por su trabajo es obvio que no tendrán
incentivos para ir a trabajar. Por el contrario, si con los subsidios se
asegura a las familias unos ingresos mínimos, pero además
se permite que trabajen sin disminuir del todo los subsidios tendrán
más estímulos para trabajar; los estímulos fiscales
habituales de menores tipos impositivos o mas exenciones, a los pobres
no les llegan porque no ganan lo suficiente, por lo que no sirven como
tales y hay que buscar otros estímulos. De forma que, si por cada
dólar que ganan entre el mínimo garantizado y un nivel de
ingresos que se considera adecuado (umbral de equilibrio) les descuentan
sólo una parte del subsidio por cada dólar que ganan; de
esta forma, tendrán un mínimo muy bajo asegurado y el estimulo
para trabajar pues obtendrán ingresos más altos que si no
trabajasen.
El mecanismo.
Para la puesta en práctica de esta filosofía se han propuesto
variados sistemas, pero esencialmente todos ellos consisten en un mecanismo
por el que por cada dólar que ganan con el trabajo se les descuenta
menos de un dólar en el subsidio (en la práctica oscila desde
el 0,66 al 0,33 de descuento por dólar, con lo que se quedan con
0,33 o 0,66 por cada dólar que ganan),29
hasta que se llegue al umbral de equilibrio o break even point.
Lo que es lo mismo que considerar que, en este tramo, perciben la subvención
y, de los nuevos ingresos por el trabajo, pagan un impuesto igual al descuento
en la subvención. A partir del umbral de equilibrio tienen que pasar
a pagar impuestos positivos como todos los ciudadanos.30
El Gráfico 1 y la Tabla 2 ilustran los rasgos
esenciales del IN. La Administración fijaría un mínimo
de ingresos o colchón, debajo del cual una familia,31
si no tenía
ningún ingreso, tendría el derecho
a percibir periódicamente una cantidad mínima, o renta
garantizada; por ejemplo, Tobin partía de 2.600 dólares
para una familia de cuatro personas. Cuando una familia comenzase a trabajar
y, por tanto, tendría ingresos positivos (mayores que cero) continuaría
recibiendo subsidios de la Administración pero, por cada
dólar que ganase, se le reduciría su subsidio en 0,5 de dólar,
lo que supondría quedarse con la mitad de lo que obtenía
por su trabajo a la vez que sus ingresos aumentaban; el sistema continuaba
hasta que sus ingresos totales (incluyendo los subsidios) alcanzasen un
determinado umbral de ingresos; en este caso 5.200 dólares
(límite del campo negativo del modelo fiscal).
Es decir, los subsidios para las familias con ingresos
positivos por encima de los $2.600 estaban sujetos a una deducción,
pero menor que uno. Que, en otros términos puede considerarse que
es lo mismo que si la familia en cuestión cobra el subsidio y paga
por los ingresos de su trabajo un impuesto menor que la unidad. De forma
que el Estado paga el subsidio y cobra un impuesto al mismo tiempo (Véase
Tabla 2). La aportación neta del Estado es menor a medida que la
familia gana más, y cuando llega al umbral de ingresos el
subsidio es eliminado. Una vez alcanzado este punto donde los ingresos
ganados por la familia son 5.200 dólares, cualquier dólar
extra que gane pasará a estar sujeto a un impuesto positivo
(campo positivo del modelo fiscal); en este caso el que está establecido
oficialmente por la Administración. James Tobin define estos dos
campos, el positivo y el negativo, como la simetría del sistema
fiscal.32
Gráfico 1. Renta garantizada para familia
de 4 personas y 50% de impuesto
Ingreso disponible
Ingreso bruto
Fuente: James Tobin. Trab. Cit., p. 7.
La Tabla 4 ilustra los rasgos esenciales del IN. Esta
última presenta un ejemplo numérico de la progresión
decreciente de la aportación estatal en subsidios a medida que se
obtienen unos ingresos mayores por el trabajo. Al llegar al umbral de
equilibrio (5.200 dólares) se agota el campo negativo del sistema
fiscal, y la familia pasa al campo positivo de la fiscalidad y ha de contribuir
según los tipos en vigor.
Tabla
4. Cálculo del umbral de renta en el Impuesto Negativo |
FAMILIA
|
ESTADO
|
Ingreso
Bruto
|
Más Aportación
Bruta del Estado
|
Menos el
50% del impuesto/deducción del subsidio
|
Ingreso
Disponible
|
Aportación
Bruta del Estado
|
Menos el
50% cobrado por el impuesto/deducción del subsidio
|
Aportación
Neta del Estado |
0
|
2.600
|
0
|
2.600
|
2.600
|
0
|
2.600
|
1.000
|
2.600
|
500
|
3.100
|
2.600
|
500
|
2.100
|
2.000
|
2.600
|
1.000
|
3.600
|
2.600
|
1.000
|
1.600
|
3.000
|
2.600
|
1.500
|
4.100
|
2.600
|
1.500
|
1.100
|
4.000
|
2.600
|
2.000
|
4.600
|
2.600
|
2.000
|
600
|
5.000
|
2.600
|
2.500
|
5.100
|
2.600
|
2.500
|
100
|
5.200
|
2.600
|
2.600
|
5.200
|
2.600
|
2.600
|
0
|
2 personas adultas, a 800 dólares cada una, es igual a 1.600
dólares
2 menores a 500 dólares cada uno es igual a 1.000 dólares
La familia 2.600 dólares
La innovación de James Tobin
Dentro del IN, una propuesta que merece atención
es la desarrollada por James Tobin. Este Nóbel de la Economía
sugiere que se prolonguen los subsidios desde el umbral de ingresos
hasta
alcanzar el umbral de los ingresos disponibles. Esencialmente, su
plan parte también de la concesión de una renta garantizada
a cada persona, sea hombre, mujer, o niño, pero ampliando el área
de los subsidios. La manera de integrar esta ampliación de
los subsidios dentro del esquema del IN se desarrolla en el Gráfico
1. Según esta propuesta, la familia declarante, compuesta por dos
adultos y dos niños,33 y sujeta
a un tipo de impuestos del 50%, continuaría percibiendo subsidios
del Estado hasta alcanzar los $6.144, establecidos por el umbral del ingreso
disponible, como muestra la línea CD. Lo singular del plan de Tobin
es que combina e integra la parte del impuesto negativo con la parte
del sistema del impuesto positivo, de forma que las familias con
ingresos entre los $5.200 y los $6.144, no sufran tampoco una penalización
por cada dólar extra ganado. Por ejemplo una familia que tuviese
un ingreso de $5.201, pasaría a un tramo superior y tendría
que pagar 322 dólares de acuerdo con el sistema actual por ese dólar
extra ganado, con lo cual su ingreso disponible descendería a $4.879,
una penalización que llevaría al sustentador a rechazar la
posibilidad de trabajar y aumentar sus ingresos. De esta forma, la ampliación
del campo negativo hasta el punto D permite que las familias sigan buscando
ingresos hasta alcanzar el umbral del ingreso disponible.34
A partir de este umbral, los ingresos que vaya sumando la familia quedarán
sujetos al sistema fiscal corriente; prolongación de la línea
ADB. Como tantas otras, esta propuesta no fue aplicada.
El ejemplo de New Jersey
El IN ha sido aplicado en varios lugares de EE.UU. y
Canadá. Pero sin duda, la aplicación más conocida
y comentada es el experimento
llevado a cabo en New Jersey, EE.UU.
donde en 1968 se estableció el New Jersey Pennsylvania Negative
Income Tax Experiment. El experimento iba más dirigido a la
investigación que a la implantación de una política
específica y, dado su carácter experimental, se planteó
para que durara sólo hasta 1972.
De partida, hay que señalar como el propio
organismo encargado de iniciar este ensayo, la Office of Economic Opportunity
(OEO), ya tenía sus dudas sobre la posible viabilidad política.
Pensaban, y después se confirmaría, que la mayoría
de los miembros conservadores del Congreso se opondrían argumentando:
-
Que el IN sería más costoso que los programas de bienestar
en activo, dado que aumentaría el número de familias pobres
a percibir estos subsidios, ya que, con el sistema en curso, estas personas
quedan fuera hasta ahora de la posibilidad de beneficiarse de estas prestaciones.
-
Y que los incentivos para trabajar desaparecerían porque el IN fomentaría
la gandulería, o, como les agrada decir a los economistas, disminuiría
la oferta de mano de obra, alterando el equilibrio en el mercado de trabajo.
Después de interminables discusiones y superadas
temporalmente estas reservas, la propuesta se puso en práctica en
Trenton, New Jersey, a finales de 1968, proyecto que duraría hasta
1972. El término de referencia a sondear en el estudio sería:
Cuál
iba a ser la respuesta de la mano de obra de las familias ante la implantación
del impuesto negativo. Para poder convencer a los Congresistas conservadores,
se añadieron otros objetivos subsidiarios, tales como conocer los
posibles efectos que tendría el IN en las pautas de consumo,
la salud, la estabilidad familiar, etc.
La muestra de la familia-tipo objeto de estudio quedó
definida por las siguientes características: las familias habían
de ser de acuerdo con los requisitos estipulados: el principal sustentador
había de ser un hombre, con edades entre 18 a 58, y con ingresos
por debajo del 150% del umbral de pobreza definido por el Gobierno (Bureau
of Labor Statistics). Se eligieron 1.300 familias, de las cuales la mitad
formarían el grupo experimental, es decir, serían
las que percibirían el IN, y la otra mitad formaría el grupo
de control, familias a las que se les preguntaría cada cuatro
meses como si también recibiesen el IN, para comprobar sus reacciones
ante el experimento: horas de trabajo, nivel salarial, los ingresos de
otros familiares u otras fuentes no laborales, tipo de consumo, actitudes,
etc.
Sin duda, lo más destacado del ensayo en New
Jersey son sus resultados. Entre ellos, el más importante
a distinguir es la falta de pruebas que evidenciase la temida holgazanería
atribuida a esta clase de ayudas sociales. Es verdad que una parte muy
pequeña de la oferta de mano de obra femenina se retiró del
mercado de trabajo, pero fue compensada por un aumento de la mano de obra
masculina. Investigadas estas oscilaciones, los responsables del proyecto
encontraron que la causa de tal descenso se debía a que las mujeres
casadas en edad de tener familia aprovecharon esta ayuda en forma de impuesto
negativo para tener niños, y que era restablecida por el aumento
de la mano de obra de los maridos con objeto de equilibrar la caída
de ingresos familiares.
Corolario. La familia, uno de los pilares morales
de la sociedad norteamericana que más valoran los Congresistas conservadores
de este país, se ampliaba gracias a una medida social que ellos
mismos vituperaban y ponían en cuarentena.35
Otro dato a no perder de vista. El coste total de
este experimento ascendió a unos 7,6 millones de dólares,
de los cuales menos del 32% se dedicó a la ayuda de las familias
pobres; el 68% del programa fue absorbido por el gasto del control y la
burocracia envuelta en la investigación: académicos (economistas,
sociólogos, psicólogos), encuestadores, trabajadores sociales,
informáticos, personal administrativo, etc. (Tabla 5)
Tabla 5. Coste Total del experimento del Impuesto Negativo en New
Jersey
A. Administración
e investigación
Matemática
- Universidad de Princeton
4,426,858
IRP
- Universidad de Wisconsin
812,648
Subtotal
5,239,506 68,0%
B. Pagos a las familias
pobres
2,375,189 32,0%
------------------------------------------------------------------------------------------
Total Impuesto Negativo
7,614,695 100,0%
Fuente: Rossi $ Lyall. Trab.
Cit., p. 11.
Valoración del Impuesto Negativo
Para los Friedman, Milton y Rose, padres del IN, pero
no los únicos, este modelo tiene las ventajas siguientes:
-
"Aborda específicamente el problema de la pobreza. Ayuda directamente
a la persona en forma de liquidez. Es un único pago que debe sustituir
a la batería de ayudas sociales. Aparece explícito el coste
que ha de pagar la sociedad. Opera al margen del mercado. Como la mayoría
de las medidas destinadas a aliviar la pobreza, reduce el estímulo
por el trabajo, pero no tanto como las otras, dado que es un sistema de
complementar los ingresos hasta un cierto nivel solamente. Un dólar
extra ganado siempre significa más dinero disponible para el consumo".36
De acuerdo con las características establecidas
por estos destacados economistas, el sistema del IN resalta algunos de
los rasgos que merecen atención: a) la pobreza se define esencialmente
en términos de carencia de ingresos, aunque esta definición
no aborde el porque de esta insuficiencia, no explique las causas que la
originan; y b), simplifica la administración y los costos de los
programas de bienestar, al sustituir toda la farragosa batería de
ayudas sociales por el IN.
A su vez, al comparar el concepto y el modelo
fuerte de Renta Básica con el IN, podemos contrastar y apreciar
sus diferencias:
-
El IN no es un derecho individual,
sino un subsidio que se otorga a la familia. Se concede de forma asistencial
y como parte del sistema de impuestos; cualquier reforma del sistema puede
eliminarlo.
-
El IN no es un derecho universal; no
todos los ciudadanos pueden beneficiarse del mismo, sino únicamente
el colectivo de pobres que se encuentre dentro de la definición
oficial; luego, no se erradica sino que permanece el estigma de la pobreza.
Afecta únicamente a las familias que están por debajo de
un reducido nivel de ingresos, lo que supone una proporción de la
población bastante limitada.
-
El IN no es un derecho incondicional,
ya que los ingresos y subsidios están sujetos al paso por el mercado
de trabajo de la persona o familia beneficiaria; luego, no se erradica
sino que permanece el estigma del parado y se generaliza el estigma
del subsidiado.
-
El IN, dadas las condiciones que se
exigen, un mínimo de ingresos, unidad familiar, alcanzar cierta
edad, declaración fiscal, etc., se presta a mantener las trampas
del paro y de la pobreza.
-
El IN introduce un coste social, en
términos de control; y un coste económico muy elevado, en
términos de administración burocrática.
-
El IN, como señala P. Van Parijs,
"supone una promesa contingente de transferencia correctiva, mientras que
la RB supone una suma de dinero sobre la que uno puede confiar. Por tanto,
con relación a la RB, el IN supone una menor libertad real". A su
vez, el disponer de los recursos económicos que otorga la RB antes
de la declaración fiscal permite una mejor planificación
de la vida material.
En el fondo, el IN no es otra cosa que un instrumento
fiscal pensado para aliviar la pobreza, pero con el mínimo esfuerzo
en términos de redistribución de la renta.37
Por
el contrario, la RB tiene, entre sus objetivos prioritarios, el erradicar
la pobreza, y no únicamente la de aquellas familias que trabajan
y ganan salarios de subsistencia, sino también la de todos los ciudadanos,
incluyendo aquellos colectivos que jamás podrán pasar por
el mercado de trabajo. En definitiva, el Impuesto Negativo es una
propuesta que encaja más con las políticas neoliberales de
Gobiernos conservadores y social-liberales, mientras que la Renta Básica
responde a políticas más redistributivas de Gobiernos con
talantes más equitativos.
4.
La Renta Básica: un instrumento de lucha anticapitalista
Los derechos legales burgueses
son positivos, pero no por ello son transcendentales o eternos. Karl Marx
Para Marx, el concepto de justicia es un concepto jurídico,
que cumple dos papeles: en el primero, la justicia está totalmente
determinada por las exigencias del modo de producción dominante;
y en el segundo, la justicia es sinónima de ley. Asimismo afirma
que los derechos humanos no son más que simples instrumentos de
la clase dominante para conseguir y defender sus propios intereses. Además,
aunque el autor los considera positivos, remarca que por ello no son transcendentales
o eternos.
De todas formas, Marx acepta que hay que utilizar
las instituciones y los derechos legales burgueses para conseguir
la transformación de la sociedad capitalista. En este sentido, la
utilización de los
derechos burgueses puede y deben ser ejercidos
como instrumentos de lucha para la emancipación del ciudadano político,
en primer lugar, y finalmente absoluta del género humano.
Marx no oculta si visión instrumental de los derechos burgueses,
dejando bien explícita su posición: "la demanda de mayores
salarios y menos horas laborales han sido siempre las reivindicaciones
que permitieron a las clases oprimidas tomar conciencia de su realidad...
dado que las relaciones reales de producción y poder quedan más
al desnudo en aquellos conflictos políticos en los cuales la clase
obrera luchó contra las injusticias sociales". Estos conflictos
representan las locomotoras políticas de la historia". (Marx-Engels
Selected Works; La lucha de clases en Francia, 1:217) A su vez, considera
que la huelga tiene la capacidad de desvelar un conjunto de mecanismos
e instituciones de represión puestas al servicio de los empresarios,
como son los juzgados, la policía, el ejército y los medios
de comunicación, lo que pone al descubierto el carácter sistémico
de la explotación capitalista.
Pero, a pesar del papel positivo de estas reivindicaciones,
hemos de evitar caer en la trampa del reformismo. Es increíble,
advierte, que haya "sindicatos que continúen reivindicando únicamente
una tasa de explotación más suave y no la abolición
del sistema salarial". (Marx-Engels Selected Works; Salarios, Precios y
Beneficios; 1:446) Pero remarca también que las luchas transformadoras
han de estar enfocadas especialmente a conseguir modificaciones en la base
material (producción y consumo), y en la conciencia de los trabajadores
y ciudadanos; han de asumir que la emancipación llega con la destrucción
del sistema capitalista, y no con la aceptación de unos derechos
que no pasan de ser guardianes de una situación exclusivamente legal.
Este planteamiento permite profundizar en la justificación
ética de la RB para quienes parten de una idea de la justicia (o
de la no-justicia) de tipo marxista. Para estos, la razón ética
principal para reivindicar la RB consiste en que la misma puede ser un
importante instrumento de transformación del sistema capitalista
hacia un sistema más justo (un sistema de índole colectivo),
un vehículo de cambio que conduzca a alterar las bases materiales,
el sistema de producción e intercambio del sistema basado en la
propiedad privada.
Una vez considerada como un derecho ciudadano, y
mientras la estructura social básica sea capitalista, la RB puede
jugar una doble tarea. Por una parte, y vinculada a la justificación
liberal, dicho derecho puede desempeñar únicamente un
papel
legitimador, a la manera que están actuando las reivindicaciones
laborales habituales. Por otra parte, utilizada con la voluntad de transformación
social, de participación ciudadana, puede convertirse en un
poderoso instrumento de cambio hacia sociedades donde se pueda vivir
una verdadera emancipación. Poderoso mecanismo porque incide y pone
en cuestión un elemento esencial del sistema, que es el del paso
obligatorio por el mercado de trabajo para tener acceso a las rentas, al
bienestar individual y social de las poblaciones. El capitalismo requiere
que el no propietario de medios de producción tenga que trabajar
imprescindiblemente. La RB permite que esta exigencia del capitalismo se
debilite profundamente, e incluso que desaparezca, si solo se pretende
un consumo básico. Al convertir la obligación al trabajo
en un genuino derecho al trabajo proporciona a la RB una dimensión
en profundidad y alcance que la convierte en un instrumento privilegiado,
no para suavizar el sistema, sino para transformarlo.
La Renta Básica: un instrumento para
la movilización ciudadana
Es también relevante tratar la aportación
que una propuesta de este tipo puede suponer para la movilización
de la ciudadanía, en un momento como el actual, donde, tal y como
analizábamos al inicio, la mayoría de los derechos y posibilidades
para desarrollar una vida con dignidad se ven fuertemente agredidos.
Así pues, en términos de movilización
ciudadana, no cabe duda que la lucha por la implantación de la RB
tiene la particularidad de poder articular un proyecto político
común y de responder a los intereses materiales y sociales de colectivos
y organizaciones tan distintos como pudieran ser las integradas por:
-
Las personas paradas y pobres viviendo de la asistencia social.
-
Las personas trabajadoras asalariadas que prefirieran sacrificar ingresos
por una vida más autónoma.
-
Las mujeres que desean contar con mayores posibilidades de libertad en
sus vidas.
-
Las personas sindicalistas conscientes de la indefensión de los
trabajadores ante las actuales prácticas laborales.
-
Las personas activistas ecologistas defendiendo la posibilidad de desarrollar
una vida ecológicamente coherente.
Por su carácter transversal, la RB tiene además
la ventaja y el atractivo de poder aglutinar a la mayoría de los
movimientos que componen la izquierda: el movimiento sindicalista;
el movimiento entorno a la economía social;
el movimiento feminista; el movimiento
ecologista;
el movimiento okupa; el movimiento
contra
el paro, la pobreza y la marginación; los movimientos
por la profundización democrática
y los derechos humanos; el movimiento estudiantil;
el movimiento antimilitarista, el movimiento
en torno a papeles para todos, etc.
Es decir, la RB aborda una multitud de intereses comunes, los cuales pueden
servir como punto de partida para conseguir una serie de acuerdos y establecer
una acción movilizadora conjunta, a través de la elaboración
de un programa común de objetivos mínimos. La materialización
de una movilización colectiva de esta envergadura es uno de los
aspectos más importantes a destacar: "La potencialidad crítica
para un cambio social se concentra más en la posibilidad de lanzar
un movimiento social que en lo que el movimiento pueda conseguir... Para
aquellas personas que están por la transformación de la sociedad
han de ser más importantes los instrumentos de acción colectiva
que se van consolidando que los propios resultados parciales que se van
consiguiendo". (Robert Cox)
En estos momentos, en los que vivimos / padecemos
las consecuencias de la globalización capitalista, la izquierda
no debiera menospreciar la fuerza subversiva que contiene la Renta Básica
para luchar contra el poder del capitalismo.
5.
La Renta Básica de Ciudadanía: ¿buscando el voto perdido?
Los que traicionan una vez,
traicionan siempre. Augusto Roa Bastos
Dependiendo de como sea formulado el planteamiento de
la Renta Básica de Ciudadanía hecho por el PSOE, este puede
convertirse en una amenaza para la RB, en el sentido de que puede trasladar
a la ciudadanía un concepto y prometer unos resultados que, por
su contenido, sean imposibles de alcanzar. De hecho, mientras el Manifiesto
Ideológico del PSOE38 proclama
conseguir a medio plazo él "garantizar un acceso equitativo de todos
los ciudadanos a una Renta Básica de Ciudadanía, es decir,
a unos ingresos mínimos para todos los ciudadanos con carácter
universal e incondicional, y que se constituya como el mínimo vital
de subsistencia que toda persona o familia necesita para vivir", a continuación
se incluyen una serie de observaciones que ponen en cuestión y desvirtúan
las características que dan riqueza social y potencia de lucha a
la RB. Dicho de otra manera, mientras esa RBC universal e incondicional
se
plantea que llegará con el tiempo, lo que a continuación
se especifica claramente en el Manifiesto es que, de momento, por ahora,
será el mercado de trabajo y las situaciones de necesidad las que
decidan quién percibirá la RBC; "en los casos en que el mercado
provea de los medios económicos que se necesitan para la subsistencia
(la renta), el Estado debe respetarla excluyéndola de la imposición
personal. En aquellos otros en que esto no sea así y se generen
situaciones de necesidad, el Estado redistribuirá renta hasta ese
nivel mínimo igual para todos".
Por tanto, no caben dudas. Una cosa es el puedo prometer
y prometo una RB (predicar), y otra es el después me descuelgo con
una variante de IN (dar trigo). Estos son los trucos de los programas electorales.
Es de temer que, para conseguir votos, el programa electoral del PSOE encienda
una vela a las clases medias y adineradas con la propuesta de la reducción
de los impuestos vía un tipo único; y encienda otra para
conseguir votos de las clases obreras y populares con la RBC. Es decir,
nos inclinamos a pensar que la propuesta de la RBC tendrá más
que ver con el Impuesto Negativo que con lo que aquí entendemos
y defendemos por modelo fuerte de RB. Por ahora, lo deducimos de tres fuentes:
-
Del propio Manifiesto Ideológico: cabe pensar que a las personas
"carentes de los medios económicos básicos de subsistencia
se les garantice una renta básica... Pero, en los casos que el mercado
provea de la misma, el Estado debe respetarla excluyéndola de la
imposición
personal. En aquellos otros en que esto no sea así y se generen
situaciones de necesidad, el Estado redistribuirá renta hasta ese
nivel mínimo igual para todos".
-
De las diversas entrevistas y participaciones en los medios y eventos de
Jordi Sevilla, diputado y principal portavoz de la reforma fiscal que propone
el partido socialista, podemos conjeturar algunas líneas posibles:
"en el supuesto de un tipo único del 35% sobre los ingresos,
y un mínimo vital exento de un millón de pesetas, la persona
que gane dos millones de pesetas anuales contribuirá de forma efectiva
con sólo el 17,5% de sus ingresos, y la que gane 100 millones aportará
el 34,65%".39 Si a ese mínimo
vital exento de impuestos fuese lo que el PSOE considera la renta
básica de ciudadanía, el primer contribuyente se beneficiará
de esta merced, el segundo no.40 En
otra entrevista, identificó "el mínimo vital, personal y
familiar del IRPF como renta básica de ciudadanía". Añadiendo
que "se propondría se deduzca de la cuota del IRPF para asegurar
que su efecto fiscal sea el mismo para todos los contribuyentes,
con independencia de su mayor o menor nivel de renta".41
En otra intervención en Barcelona, el secretario de política
económica y ocupación del PSOE explicaba que "el tipo
único de impuesto sobre la renta debe ir acompañado con
la medida de que una parte del salario no tribute".42
-
A Enrique Gil Calvo, defensor de que "lo progresista es premiar el trabajo
y penalizar la inactividad", le parece que lo más importante del
Manifiesto del PSOE es el punto que reclama "ayudar a los ciudadanos",
pero "estimulando la responsabilidad" de quien recibe la ayuda.43
Dice que "en esta misma dirección apunta la propuesta del tipo
único, que defiende una fiscalidad no penalizadora del trabajo.
Ahora bien, todo esto suena demasiado a tercera vía social-liberal,
y debe ser reequilibrado con medidas compensatorias. Aquí es donde
aparece la Renta Básica de Ciudadanía, como impuesto negativo
que convierte en progresista el tipo único fiscal".44
No cabe duda de que hay que esperar a su redacción
definitiva, ya que todos estos comentarios, opiniones, y propuestas adolecen
de una enorme ambigüedad. Ambigüedad que no deja de ser política
y correctamente calculada. Las elecciones todavía están lejos
y no hay por que quemar etapas. Por tanto, en el supuesto que responda
a los indicios mencionados, la RBC no sería individual ni incondicional,
en el sentido de ser independiente de los ingresos, del paso por el mercado
de trabajo, y de la contraprestación. Tampoco sería universal,
en el sentido de que no es un derecho a percibir por todos los ciudadanos,
independientemente si declaran o no, aportan o no al erario público,
son ricos o pobres. Habrá que esperar a su elaboración final.
Después del giro de ciento ochenta grados
dado por el PSOE, otros partidos comienzan a sensibilizarse con la propuesta
del derecho ciudadano a la RB. En un simposio celebrado hace poco en Barcelona
sobre la "necesidad de una seguridad económica básica", varios
partidos principian a acercar posturas a la RB:
-
"EUiA e IC-V sostienen que la renta
básica debe ser como mínimo equivalente al SMI; 72.120 pesetas.
-
El PSOE, sin especificar la cuantía,
defiende una paga para jóvenes que no hayan trabajado, condicionada
a contraprestación,45 y para
las amas de casa.
-
ERC propone unificar las pensiones
y los subsidios, y que el Parlament de Catalunya cree un fondo para
financiar la renta básica".46
En fechas posteriores, fueron, y seguirán, apareciendo
nuevas puntualizaciones, unas en el sentido del nosotros también,
otras en el del
nosotros ya la habíamos incorporado antes al
programa, etc.
-
Seguramente, en sintonía con la línea del PSOE federal, el
secretario general del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV),
Joan Ignasi Pla, "apuesta por la implantación progresiva de la renta
mínima garantizada para todo valenciano vinculada a la prestación
de actividades cívicas y formativas".47
Un nosotros también de tono sumiso, obediente, resignado.
-
Gaspar LLamazares se despierta a estas alturas de la historia de la RB
para recordarle al PSOE que "la renta básica universal es una de
las señas de identidad de IU desde
hace mucho tiempo".48 Conmovedora observación
para una coalición que se reclama de la izquierda transformadora,
pues cualquiera que consulte el Preámbulo de la Iniciativa Legislativa
Popular Por la jornada laboral de 35 horas comprobará que
esta señal, o seña, no pasó más allá
del mero reconocimiento de que "el derecho a una Renta Básica" puede
ser un medio para la "lucha contra el paro y la precariedad".49
Una precisión del tipo nosotros antes sin asumir ninguna
responsabilidad con el compromiso político y social que entraña
tal propuesta. De hecho, IU nunca hizo de la RB uno de los puntos fuertes
de su programa; parecía como si esta fuese una propuesta insolente
y vergonzante.
De todas formas, y aunque de momento se queden en una
lectura tímida y con modelos débiles, estas posiciones podrían
ser consideradas positivamente, siempre y cuando se constituyan en pasos
previos hacia el
desarrollo del modelo fuerte de la RB. Más
que nada provechosas, si tenemos en cuenta lo que supone romper con el
silencio que estos partidos mantenían, cuando no la oposición
más hostil, a la RB. Por alguna parte se empieza, en algún
momento tenían que aproximarse a la idea de la renta básica50
que, en sus versiones parciales ya se está poniendo en práctica
en algunos países y comunidades concretas (Véase Recuadro
1). Pero todo este cambio de actitudes políticas precisamente reclama
más que nunca la necesidad de presentar y evaluar la RBC y las posibles
variantes que para ella se proponen en sus verdaderos términos,
y en lo que consideramos su capacidad de incidencia real en la actualidad.
Se trata de evitar de que no nos vendan humo. Por esta razón, de
momento, no nos olvidamos de aquella expresión que nos aconseja
prudentemente Henry George: ¡cuidado con los políticos!, que
"siempre son donantes generosos de limosnas".
Recuadro 2. Tiempo de precisiones
Entre los comentarios que hace Margarita Sáez-Diez al Manifiesto
Ideológico Ciudadanía, Libertad y Socialismo del PSOE,
dice lo siguiente: "va a ser el Grupo de Septiembre el que va a acuñar
el concepto de renta básica de ciudadanía, que se reclama
como una cosa primordial en el manifiesto socialista".51
Con toda consideración y modestia, quizás sea esta una buena
ocasión para recordar a la distinguida periodista y a los miembros
del llamado Grupo de Septiembre, que el término Renta
Básica (RB), así como su posterior desarrollo conceptual,
lo ha acuñado este autor. Véase José Iglesias Fernández,
Del
reparto del trabajo al reparto de la renta, Mientras tanto,
Núm. 61, primavera de 1995 y trabajos posteriores. Así
mismo, en noviembre de 1998, se celebraron en Barcelona las
Primeras
Jornadas sobre el Derecho Ciudadano a la Renta Básica, en las
que participé como uno de los principales organizadores y ponentes;
y en diciembre de ese mismo año se publicaba mi libro
El derecho
ciudadano a la renta básica. Vinculada a estos acontecimientos,
en el invierno de 1999 nacía la revista Cuadernos renta básica,
que dirijo desde entonces, a la vez que constituíamos por esas mismas
fechas la Mesa Cívica por la Renta Básica en Cataluña.
Creo que son vocablos, hechos y fechas que se pueden verificar y que son
bastante anteriores a la aparición del citado Grupo, del mencionado
Manifiesto Ideológico, y de la combinación de voces que aparecen
en el término Renta Básica de Ciudadanía.Por tanto,
si hemos de ponerle padrino a los términos,
según mi conocimiento, puedo afirmar que los escasos escritores
que escribieron o tradujeron el término inglés
Basic Incomeal
castellano, hasta hace muy poco tiempo, usaban vocablos del tipo ingreso
ciudadano, ingreso universal, subsidio universal garantizado,subsidio ciudadano,
salario social, salario ciudadano, renta individual universal, renta social,
etc; pero ningún autor había traducido al, ni previamente
utilizado en castellano, la expresión inglesa
basic income
como Renta Básica (RB). Es más, casi todos
los autores que se sumaron antes o después a la propuesta de la
RB se resistieron bastante tiempo a adoptar estaexpresión y este
acrónimo. De hecho, hay todavía autores que continúan
empleando y simultaneando en un mismo artículo estos términos
con el de RB, y seguramente otros nuevos que irán apareciendo. |
Textos básicos
José Iglesias Fernández. Otro punto de vista sobre
la Renta Básica. Hika 85zka. 1997ko abendua
José Iglesias Fernández. El derecho ciudadano a la
renta básica. Libros de la catarata. Madrid, noviembre de 1998.
José Iglesias Fernández. La pesadilla del sueño
americano: pobres entre los más ricos. En Manolo Sáez
y Sara Nieto. Viaje al corazón de la bestia. Virus editorial,
Barcelona, noviembre de 1999.
José Iglesias Fernández. (Coordinador) Ante la falta
de derechos, ¡¡Renta Básica YA!! Virus editorial.
Barcelona, septiembre del 2000.
José Iglesias Fernández. La Renta Básica y
los derechos humanos. El vuelo de Ícaro, Núm.
1, marzo 2001.
José Iglesias Fernández y Josep Manel Busqueta. Todo
sobre la Renta Básica. Virus editorial. Barcelona, noviembre
del 2001.
Cuadernos renta básica (C r b)
José Iglesias Fernández. Contra el Capital, la Renta
Básica. Cuadernos renta básica, Núm. 0,
febrero de 1999.
José Iglesias Fernández. Cuba: un país con
Renta Básica. Cuadernos renta básica, Núm.
1, Barcelona, otoño de 1999.
José Iglesias Fernández. El respeto a los viejos:
algunas enseñanzas desde el Canadá. Cuadernos renta
básica, Núm. 2, Barcelona, abril del 2000.
José Iglesias Fernández. El trabajo general como justificación
ética de la Renta Básica. Cuadernos renta básica,
Núm. 3, Barcelona, abril del 2001.
Barcelona, enero del 2002
Notas.
1. Trabajos propios; véase
Bibliografía.
2. Günter Grass. En
el texto del discurso para recibir el Premio Nóbel de Literatura
1999. www.elmundo.es
3. William A. Jackson.
Basic income and the right to work: a Keynesian approach. Journal of Post
Keynesian Economics. Vol. 21, Num. 4, Summer 1999.
4. El paro es el problema
que más preocupa a los europeos, seguido de los derechos ciudadanos,
la calidad alimentaria y la salud; y es que existe una relación
estrecha entre los ingresos del empleo y el gasto en una buena nutrición
y atención sanitaria.
5. Hemos de recordar
que la pobreza también la padece buena parte de las personas con
empleo. Si el salario medio está en 220.000 pesetas mensuales, en
una familia de tres personas, su renta per capita no alcanzaría
las 100.000, cantidad que se requiere para estar en el umbral de pobreza
y no ser considerado pobre. Por ejemplo, en aquellas familias con ingresos
de 150.000 pesetas mensuales, la renta per capita familiar supondría
50.000 pesetas, nivel definido como de pobreza severa. Se puede estar trabajando
y ser muy pobre al mismo tiempo.
6. El Mundo, 26 de
julio del 2001.
7. A juicio de 230
empresas, "el Gobierno suspende en política económica por
no frenar la inflación, no profundizar en la liberalización
del mercado laboral, la desregulación sectorial y la (eliminación)
de las cotizaciones sociales". El País, 15 de julio del 2001.
8. Véase Ministerio
de Trabajo y Asuntos Sociales, Acuerdo para la mejora y el desarrollo del
Sistema de Protección Social. Madrid, julio del 2001.
9. El País
/ El Periódico de Cataluña, 13 junio del 2001
10. Antonio Antón.
Precariedad y derechos sociales en la época de la globalización.
Mimeo presentado a la Contra cumbre del Banco Mundial. Barcelona, junio
del 2001.
11. El resumen que
hacemos está extraído de P. Van Parijs, Los fundamentos éticos
del Estado del Bienestar y de su superación. En Papeles de la FIM,
Núm. 7, 1996.
12. Ex post al paso
obligatorio por el mercado de trabajo; Ex ante del paso obligatorio por
el mercado de trabajo
13. Liliana Kusnir.
La política social en Europa. p. 141. Miguel Angel Porrúa,
editor. México, 1996.
14. Véase la
interpretación de P. Van Parijs más elaborada en José
Iglesias Fernández. La Renta Básica y los derechos humanos.
El vuelo de Ícaro, Núm. 1, marzo del 2001.
15. Véase la
interpretación de K. Marx más elaborada en José Iglesias
Fernández. La Renta Básica y los derechos humanos. El vuelo
de Ícaro, Núm. 1, marzo del 2001.
16. Si este espacio
existiera, que dudo, sería el de un amarillismo político
de la ubicación. De Villena dice que “ser de centro es como no ser
nada. Es carecer de ideología y aún de ideas”. (El
Mundo, 24 Junio de 1999)
17. Entre las últimas
adhesiones a esta forma de pensar, cabe destacar las de Dharendorf, Desai,
Gorz, Simon y Tobin.
18. Véase también
esta justificación del rechazo al sistema capitalista en José
Iglesias Fernández, Contra la dictadura de la burguesía,
euroRenta Básica, pp. 30-32, en Ante la falta de derechos, ¡¡Renta
Básica, Ya!!. Editorial Virus, Barcelona 2000.
19. Para un análisis
y valoración de este programa, véase José Iglesias
Fernández La Renta Mínima de Inserción: un caso de
beneficencia pública. En El derecho ciudadano a la renta básica.
Los libros de la Catarata, Madrid 1998.
20. Decreto 144/1990,
de 28 de maig, regulador del Programa interdepartamental de la renda mínima
d'inserció (PIRMI), Diari Oficial de la Generalitat de Cataluyna.
21. Sólo a
las personas individualmente cuando constituyen una familia unipersonal
22. Expresión
introducida en la literatura de la RB por Josep Manel Busqueta.
23. El 50% del PIB
(o Umbral de Pobreza agregado) supone el 100% del Fondo total dedicado
a la RB; este Fondo de RB se reparte a su vez en un 80% destinado a los
ciudadanos / as y un 20% a los bienes de índole colectivo: sanidad,
educación, transporte público, vivienda, medio ambiente,
etc.
24. Véase José
Iglesias Fernández. El respeto a los viejos: algunas enseñanzas
desde el Canadá. Cuadernos renta básica, Núm. 2,
Barcelona, abril del 2000.
25. Véase José
Iglesias Fernández. Cuba: un país con Renta Básica.
Cuadernos renta básica, Núm. 1, Barcelona, otoño de
1999.
26. Véase José
Iglesias Fernández. Otro punto de vista sobre la Renta Básica.
Hika 85zka. 1997ko abendua.
27. James Tobin. Raising
the Incomes of the Poor. Selected Essays, p 114.
28. En España
actualmente ocurre algo similar con la mayoría de las Rentas Mínimas
de Inserción, donde si una familia gana algo más de
una cierta cifra por encima del RMI ya no se la conceden.
29. Como son muy pobres
se supone que aunque les quede sólo un tercera parte de lo que ganan
con su trabajo les merece la pena.
30. En la propuesta
inicial de Friedman en Estados Unidos, este autor los planteaba vinculados
al mínimo impositivo exento y a las exenciones impositivas standard
debido al sistema impositivo en aquel país; Tobin también
los desarrolla con estas categorías. Pero ello no hace sino dificultar
la comprensión del sistema en otros ámbitos, por lo que creemos
más adecuado para este trabajo reducirlo a sus líneas esenciales
.
31. El sistema sólo
reconoce "unidades familiares intactas". La unidad puede estar compuesta
por una o varias personas.
32. James Tobin et
all. Is a Negative Income Tax Practical? Yale Law Journal, Vol. 77, Núm.
1, November 1967, p 2. El uso poco preciso de las palabras impuesto negativo,
'negative tax', ha llevado a una cierta confusión entre
la idea del impuesto negativo como denominación de todo el sistema
y que es la que utiliza Friedman en su propuesta original, y la expresada
más arriba en este trabajo; repetimos que impuesto negativo quiere
decir que las familias con muy bajos ingresos tienen derecho a cobrar un
subsidio así como los que ganan por encima de cierto nivel de ingresos
tienen que pagar impuestos, y la de algunos autores que, al operativizar
la idea, denominan impuesto negativo a la proporción del subsidio
que se les descuenta por cada dólar que ganan ('negative tax rate'
que abrevian a 'negative tax', Rossi & Lyall, p.18 y Tobin en
este trabajo). Creemos que esta segunda denominación no es adecuada
ya que, de todos modos, se trata de pagar (y no cobrar) un impuesto por
las rentas que perciben y lleva a la confusión, por lo que aquí
utilizaremos siempre 'impuesto negativo' como expresión del conjunto
del sistema.
33. Cada adulto percibiría
$800 como renta garantizada, mientras que los niños cobrarían
solo $500 cada uno.
34. La línea
ADB esta determinada por el sistema de impuestos positivos que comienza
a partir de los 3.000 dólares; los ingresos por debajo de esta cantidad
están exentos de impuestos.
35. Peter H. Rossi
& Katharine C. Lyall. Reforming Public Welfare: a critique of the Negative
Income Tax Experiment. Russell Sage Foundation. New York 1976.
36. Friedman, Milton.
Capitalism and Freedom. pp. 191-194. University of Chicago Press. Chicago
1962.
37. Christopher Green.
Negative Taxes and the Poverty Problem. p. 57. The Brookings Institution.
Washington, DC 1966.
38. Manifiesto Ideológico
del PSOE. Ciudadanía, Libertad y Socialismo. El País, 3de
julio del 2001
39. Jesús Navares.
El PSOE lucha contra los elementos. El Mundo, 3 de junio del 2001
40. Se da la curiosa
circunstancia de que la cuantía de los mínimos familiares
y personales (lo que se descuenta de la base del impuesto en concepto de
cantidad necesaria para vivir y que no tributa) está en torno al
millón de pesetas para las familias, dependiendo del número
de hijos. ¿El mismo mínimo vital exento que propone el PSOE?
41. El País,
29 de mayo del 2001.
42. Miquel Noguer.
Los partidos de izquierdas piden la instauración de una renta básica
para todos los ciudadanos. El País, 9 de junio del 2001.
43. ¿Está
mencionando / reclamando la necesidad de una contraprestación socio-laboral?
44. Enrique Gil Calvo.
¿Familismo? El País, 9 de julio del 2001
45. El Mundo, 29 de
junio del 2001.
46. Miquel Noguer.
Los partidos de izquierdas... Trab. cit.
47. Levante - El Mercantil
Valenciano.
48. Gaspar Llamazares.
Aportaciones desde la izquierda transformadora. El País, 2 de agosto
del 2001.
49. Mejor olvidarse
de los comentarios tan negativos que tuvieron que escuchar los representantes
de los movimientos sociales antes de convencer a algunos de los coordinadores
de IU para que incorporasen tan simple frase en la ILP.
50. De momento, algunas
de las propuestas llegan determinadas por un intenso gregarismo philippista,
a lo Van Parijs
51. El Periódico
de Cataluña; versión en catalán del 3 de julio del
2001, p. 19.
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