Las Rentas Básicas. El modelo fuerte de implantación territorial. José Iglesias Fernández


Índice

 PRESENTACIÓN

PREFACIO A LA EDICIÓN EN CASTELLANO

AGRADECIMIENTOS

 INTRODUCCIóN

 PARTE I: DESCRIPCIÓN, DESEABILIDAD Y VIABILIDAD DE LA RENTA BÁSICA

 CAPÍTULO 1. CONCEPTO Y MODELOS

0.       La Renta Básica. Concepto y características. Las ventajas de la RB: para la persona, la sociedad y la Administración.

1.       Modelos de Renta Básica. El modelo fuerte de RB. Los modelos débiles de RB. Algunas identificaciones incorrectas con la RB: Impuesto Negativo, Renta Mínima de Inserción y Salario Social.

 CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS ÉTICOS

2.       El significado de los conceptos. A la búsqueda de la denominación adecuada. Según la economía convencional. Otros términos de uso habitual. Sobre qué hemos de entender por (renta) Básica.  Resumen.

3.       La Renta Básica: ¿por qué necesita unos fundamentos éticos? Las razones para la RB. La interpretación de Philippe Van Parijs; la justicia (de la injusticia) burguesa. La interpretación de la justicia en Karl Marx; la injusticia (de la justicia) burguesa. Derechos del hombre y sociedad civil. Derechos del ciudadano y sociedad política. Desde el trabajo general (conocimiento), desarrollo de otra línea de justificación de la Renta Básica. Resumen / Manifiesto.

4.       La Renta Básica: participación ciudadana y transformación social. La RB, un nuevo derecho burgués. La RB, un instrumento de lucha anticapitalista. La RB, un espacio político.

 

CAPÍTULO 3. VIABILIDAD ECONóMICA / FINANCIERA

 

5.       Catalunya: un país rico y pleno

6.       Proceso de implantación. Resistencias previsibles. Horizonte temporal. Secuencia de la implantación. Importe de la RB. El mecanismo de percepción de la RB.

7.       El coste de la RB

8.       La financiación de la RB. Fuentes: reasignación de recursos, reestructuración del Estado del Bienestar, nuevos recursos, etc.

9.       Consideración especial de la aportación del crecimiento. Mecanismos de asignación de la nueva riqueza a la RB.

10.    Escenarios posibles con modelos débiles de RB. La pobreza: un escenario de especial consideración.

11.  Reflexiones sobre la viabilidad de su implantación. El Fondo de la RB.

 PARTE II. LOS IMPACTOS DE LA RENTA BáSICA

CAPÍTULO 4. HACIA UN NUEVO SISTEMA DE RELACIONES LABORALES

 

12. El mercado de trabajo. El mercado de trabajo al comienzo del siglo XXI. Un mercado de trabajo con RB. Sobre la obligatoriedad y deseabilidad del trabajo. Derecho al trabajo, derecho a una renta.

13. El mercado de trabajo en Catalunya. La estructura y oferta de la fuerza de trabajo. El desempleo. Las reformas del mercado de trabajo: regular la desregulación. La realidad de la mujer vista desde algunos indicadores socioeconómicos. Los beneficiarios de la RB. La naturaleza de la política de empleo.

14. El impacto de la RB en la oferta de la mano de obra: el recurrente tema de la vagancia. La constatación de unas paradojas. Conclusión.

 

CAPÍTULO 5. HACIA UN NUEVO SISTEMA DE PROTECCIóN SOCIAL

 

15.    La RB y el estado del bienestar. Derechos esenciales en peligro.

16.     Los modelos de bienestar social: ¿qué origen?, ¿qué futuro? El modelo de seguro (Bismarck), de solidaridad (Beveridge) y de equidad (Paine / Van Parijs). El modelo anticapitalista (Marx).

17.     La RB y las prestaciones sociales del estado del bienestar. Sobre la refundación de las prestaciones sociales en la RB.

 

CAPÍTULO 6. HACIA UN MODELO DE CRECIMIENTO AUTOCENTRADO

 

18.     El impacto macroeconómico. Premisas básicas. ámbito de análisis.

19.     Principales variables afectadas. Consumo y ahorro: estimaciones. Inversión y crecimiento: estimaciones. Inflación. Empleo y salarios. Distribución de la renta y el bienestar.

20.     Hacia un modelo autocentrado de organización social.

 

CAPÍTULO 7. CONCLUSIONES

 PARTE III: ANEXOS

1. Estadísticas básicas

2. Los colectivos prioritarios de la Renta Básica

3. Sobre la justificación de las modificaciones en los ingresos fiscales y el gasto público

 BIBLIOGRAFíA


Prefacio a la edición en castellano

 

 Se aprende a hacer haciendo y equivocándose. Las teorías no sirven.

M. Barros, fundador del Partido del Trabajo del Brasil.

 Porque ha llegado el momento de hablar de rentas básicas (RBs)

Son muchos los autores que, a lo largo de la historia, han ido anunciando la necesidad de dar a las poblaciones unos apoyos económicos que han derivado en lo que actualmente denominamos renta básica, unos de forma asistencial y otros con carácter de derecho. Conscientes de que quedarán muchos sin mencionar, recordamos algunos de los que fueron precursores en el desarrollo del tema: Juan Luis Vives (1525), Thomas Paine (1796), François Marie Charles Fourier (1836), Concepción Arenal (1860), Henry George (1879), Paul Lafargue (1883), Peter Kropotkin (1892), Juan Babot y Arboix (1905), Bertrand Russell (1917), Nicolai Ivanovich Bukharin y Evgenii Preobrazhensky (1919), Bernard Shaw (1928), John Maynard Keynes (1928), Jacques Duboin (1932), Oskar Lange (1936), Juliet Rhys-Williams (1943), James E. Meade, 1945; John Rawls (1971), Robert Nozick (1974), Robert Van der Veen y Philippe Van Parijs (1985). Pero, indudablemente, cada uno tenía su concepto y los argumentos éticos para proponer tal política de rentas; cada uno avanzaba la semilla para que germinasen los fundamentos filosóficos que se emplearían en la defensa ética de la RB. Por tanto, entre los precursores no existe uno sino varios conceptos o posibles interpretaciones; es decir, digamos que diversos modelos,  que nosotros hemos clasificado como fuertes o débiles, de  Rentas Básicas (RBs).

En Europa, las posiciones de estos precursores no despertarían un interés académico y público hasta que el paro y la pobreza empezaron a convertirse en fenómenos estructurales y a tener un impacto masivo en los países del capitalismo desarrollado. Surge así el concepto actual de Renta Básica. De hecho, “la primera conferencia internacional [sobre este tema no se realiza hasta] septiembre de 1986 en Lovaina, Bruselas”.[1] Actualmente, la Basic Income European Network (BIEN), nacida en esa conferencia, celebró el 9th International Congress en Ginebra, del 12 al 14 de septiembre del 2002; asistieron más de doscientas personas del mundo académico, social y político de los países más importantes del mundo; asimismo, esta red ha conseguido enrolar en sus filas a personajes tan destacados como Anthony Atkinson, Ralf Dahrendorf, Meghnad Desai, Robert Dore, Chantal Euzeby, Jean-Marc Ferry, Claus Offe, Philippe Van Parijs, Eduardo Suplicy, el apoyo al tema de los fallecidos Premios Nobel James Meade y James Tobin, o de conversos como Andre Gorz.

En España, comenzamos a asomarnos al conocimiento y debate de la RB a partir de los trabajos editados por mientras tanto, con un artículo de Philippe van Parijs, Marxismo, ecologismo y transición directa al comunismo, Número 26, en mayo de 1986, y una reseña de Joaquim Sempere sobre un trabajo de A. Gorz titulada Acerca del ingreso mínimo garantizado, Número 39, invierno 1989-90; y por Zona Abierta, con un artículo de Guy Standing sobre La flexibilidad laboral: ¿causa o remedio del desempleo?, Número 41/42, 1986, junto a una recopilación de artículos, también de autores extranjeros, bajo el título de Un salario social (garantizado) para todos, Número 46/47, de 1988.[2] A lo largo de todos estos planteamientos se habla permanentemente de la RB en singular.

Diríamos, por tanto, que la primera lectura y los debates sobre la RB nos llegan a través de autores extranjeros, y que la atención a la misma de los versionistas o divulgadores españoles no aparecerá hasta la publicación de sus primeras reflexiones en un trabajo colectivo Una vía capitalista al comunismo: el salario social garantizado,[3] publicado por la Fundación de Investigaciones Marxistas (FIM) como resultado de un Encuentro que la misma FIM organizó en Madrid en abril de 1989 sobre la RB. En 1992, Garoa editaba un libro sobre la pobreza y la marginación, en el cual Tomás Etxabe aportaba una pequeña reflexión sobre la RB llamada El Ingreso Social Universal. Y, por último, Viento Sur, en el número 14 de 1994 publicaba otra incipiente llamada de atención al tema, hecha por Rafael Gisbert y Daniel Raventós, titulada Trabajar o no... pero vivir.

No seríamos ecuánimes si no destacáramos la discreta pero intensa labor de la FIM en la divulgación de la RB en nuestro país. Aparte del Encuentro mencionado, será a partir de 1994 cuando la FIM va a organizar casi ininterrumpidamente una serie de eventos en los cuales se tratará de dicho tema, y en los que este autor tuvo la oportunidad de participar: Madrid, abril de 1994, jornadas sobre el Paro y reparto del trabajo; Madrid, mayo de 1994, seminario sobre El Ingreso Universal; Sevilla, febrero de 1995, jornadas sobre Desempleo y reparto del empleo; Madrid, febrero de 1996, jornadas sobre Reparto de trabajo: modelos de desarrollo, empleo y tiempo; Madrid, julio de 1997, (con IU) jornadas sobre Alternativas a la desigualdad; Madrid, abril de 1999, (con IU) jornadas Por una Ley de 35 horas y la Protección Social Plena; Sevilla, junio del 2002, (con Transform) encuentros/coloquios Otra Europa es posible/ Estrechando lazos entre los movimientos sociales europeos. Y también dedicará el Número 7 de la revista Papeles de la FIM, 2º semestre 1996, al tema El ingreso universal, con artículos de P. Van Parijs, L. Ayala Cañón, J. Iglesias Fernández y Francisco J. Martínez.

Volviendo a junio de 1994, este es un momento en el que la atención de la izquierda estaba muy concentrada en el reparto del empleo y la reducción de la jornada laboral. Por estas fechas, José Iglesias Fernández enviaba un extenso artículo a mientras tanto, Número 61, titulado Del reparto del trabajo al reparto de la renta. La doble finalidad de este trabajo era: 1) que mediante el recurso al debate con personas y grupos comprometidos en nuestro país, 2) se plantease en profundidad el tema de la posibilidad de establecer una propuesta en España, a la que comenzaríamos llamándole Renta Básica (RB), y que vendría definida por las características establecidas por R. Van der Veen y P. Van Parijs: un mecanismo de distribución de la renta, por el cual se proporcionase a cada persona, por derecho de ciudadanía, una renta suficiente para cubrir sus necesidades básicas, y sin necesidad de estar condicionada por el mercado de trabajo, ni por el volumen de ingresos.

Debate

En cuanto a la primera finalidad, hay que mencionar el papel que jugaron los opositores a la totalidad de la RB, tales como J. Sempere, J. Riechmann, JA. Tapia Granados, A. Barceló, E. Zurimendi, I. Perales[4] y, sólo a partes de la misma, A. Antón.[5] Objetaban principalmente a aspectos como si la RB podría fomentar o no la vagancia, provocar la degradación de la dignidad del trabajo, la dualización y la desintegración social, estimular la atracción de flujos inmigratorios, precisar de dónde saldrían los correspondientes recursos financieros, o tachar esta reivindicación  de utópica (en sentido negativo). Toda esta crítica ha estimulado la reflexión sobre temas realmente ineludibles en toda propuesta social que pretenda rigor en los fundamentos y continuación en la reivindicación. Fruto del estudio de estas observaciones pertinentes nacieron trabajos de este autor como La Renda Bàsica: un programa d'implantació (1996), La Renta Básica según San Pablo (1997),[6] Contra el Capital, la Renta Básica (1998), La Renta Básica en países como Cuba (1999) y Canadá (1999), La Renta Básica y los derechos humanos (2001), El trabajo general como justificación de la Renta Básica (2001), La Renta Básica y la inmigración (2001), Renta Básica: el modelo fuerte como instrumento de transformación social (2002), La Renta Básica y la cuestión de género (2002), La Renta Básica contra la Renta Básica (2002), La Renta Básica: perfeccionando el proceso de implantación (2002), La Renda Bàsica a Catalunya (2002), La Renda Bàsica, una alternativa? (2003), etc.[7] Llegarán otros autores que nos seguirán estimulando a continuar con el debate de la RB.

Divulgación

En cuanto a la segunda, Zambra y varios colectivos de Málaga organizarían un primer encuentro en esta ciudad el febrero de 1998, con el propósito especial de conocer, y si acaso reivindicar, la cuestión de la RB. Uno de los principales acuerdos tomados fue el de celebrar las Primeras Jornadas sobre el Derecho Ciudadano a la Renta Básica en noviembre de este mismo año en Barcelona; fueron organizadas conjuntamente por AREBA,[8] EcoConcern - Innovació Social, la FIM y Zambra; el resultado más valioso de estas Jornadas fue que la RB comenzó a ser divulgada y popularmente conocida a lo largo y ancho del territorio español. También fruto de estas Jornadas nacería la revista Cuadernos renta básica, así como el ámbito de encuentro gentes de Baladre, con el objetivo de continuar defendiendo y divulgando una lectura crítica de la renta básica. Posteriormente, Baladre se responsabilizaría de continuar con la organización de otras Jornadas (Málaga, Orihuela, Madrid, Cuenca, Granada), cursillos temáticos[9], así como la publicación de cuatro libros, todo con el objetivo de profundizar en la reflexión y la divulgación del tema. Todas estas actividades ayudarían a consolidar en nuestras lenguas (castellano, català, euskara, galego) el uso del término que hemos acuñado como Renta Básica (RB).[10]

En el transcurso de todos estos acontecimientos,  hay que destacar también la colaboración  de EcoConcern - Innovació Social, que se incorpora de forma muy activa a la promoción y divulgación de la RB. La decisión del Consejo fue acoger en su sede a la Mesa Cívica por la RB en Cataluña; coeditar la revista Cuadernos renta básica; organizar conjuntamente con la Mesa seminarios y cursos sobre el tema.

Toda esta dinámica muestra que los objetivos de dar a conocer lo que es la  Renta Básica y el inicio de un debate sobre su establecimiento  han avanzado fuertemente a lo largo de los últimos noventa.

Durante el período que va de 1998 a comienzos del 2003, Baladre ha organizado a nivel autonómico un número considerable de encuentros y cursos para explicar o presentar los libros de la RB publicados por la misma coordinadora: País Valenciá (Valencia, Xátiva, Barrio de la Coma); Murcia; Andalucía (Málaga, Antequera, Sevilla); Castilla-La Mancha (Cuenca, Albacete); Madrid; Castilla-León (León, Valladolid); Galiza (Ourense, Lugo, Santiago, A Coruña, Vigo); Asturias (Oviedo, Gijón), Santander, Euskal Herría (Barakaldo, Bilbo, Gasteiz, Irún); Navarra (Pamplona), La Rioja (Logroño); Aragón (Huesca, Teruel); Catalunya (Barcelona, Lleida, Girona, Tarragona); País Balear (Mallorca); Canarias (La Laguna, Palma).

En el 2002, Baladre organizó en Málaga las Primeras Jornadas Internacionales sobre la Renta Básica.[11] La finalidad de este encuentro era que las organizaciones dedicadas a temas sociales (niños abandonados, presos, mujeres maltratadas, los problemas de los inmigrantes, la relación de los servicios sociales con los ciudadanos, etc.) diesen a conocer sus respectivos trabajos y constatasen en que medida la RB podía ser un instrumento de ayuda para alcanzar sus respectivas metas. Un segundo propósito era reflexionar sobre la posibilidad de establecer una Coordinadora Internacional de movimientos sociales en torno a la RB. Uno de los principales acuerdos de esta reunión fue celebrar el II Encuentro Internacional sobre la RB en Barcelona en el 2004.

Comienzan a aparecer las primeras rentas básicas (RBs)

Se va imponiendo la necesidad de hablar de la RB en plural. A partir de 1996, Gogoa de Bizkaia, Eraiki de Guipuzkoa y Elkartasuna de Laudio, tres plataformas contra la exclusión social, comienzan a reivindicar lo que se conocería como la  Carta de Derechos Sociales para la comunidad vasca y que dio lugar a una Iniciativa Legislativa Popular. Entre sus objetivos, se explicita que lo fundamental es “garantizar a todos los ciudadanos y ciudadanas vascas el acceso al trabajo y a una renta básica a fin de que puedan disfrutar plenamente de todos los derechos de ciudadanía... Es decir, a todas aquellas personas que manifiesten trabajar, pero no encuentran empleo, tengan el derecho ciudadano a una renta básica, a unos ingresos económicos para llevar una vida digna, acceder a la cultura, a la vivienda, a los servicios, y a la plena integración social en igualdad de derechos con los demás”. Fruto de las movilizaciones sociales en torno a esta Iniciativa Legislativa Popular, el Parlamento vasco responderá con la aprobación de una Carta de Derechos Sociales, en la que se concede una mayor facilidad para acceder a lo que llamara renta básica, para ponerse al día con el vocabulario popular, pero que en definitiva no es más que un subsidio de paro no contributivo; la Carta de los Derechos Sociales aprobada garantiza una renta básica mínima mensual del 75% del SMI; unos 371,70 euros o 61.845 pesetas a todas las personas mayores de 25 años a partir del 1 de enero del 2001; con un tope máximo de 661,11 euros o 110.000 pesetas mensuales para familias con más de tres miembros. Esta Carta fue valorada posteriormente por los propios movimientos sociales vascos como la concesión de una “auténtica limosna pública”.[12] Sucesivamente en otras CC.AA. se van estableciendo también subsidios de esta índole, a veces denominadas RB y en ocasiones con otras denominaciones.

Asimismo, desde fines de los noventa, el tema de la RB pasa a ser objeto de consideración por parte de diversos partidos del estado español. Ya en la Iniciativa Legislativa Popular de 1998 impulsada por IU para la Jornada de las 35 horas, se mencionaba la RB como un iniciativa de interés. En 2001, el PSOE, que hasta ahora había mantenido un silencio absoluto sobre este tema, anuncia en julio de este año una propuesta con el nombre de Renta Básica de Ciudadanía.[13] Lo que obligó a Gaspar Llamazares, coordinador de Izquierda Unida, a recordarles que “la renta básica universal es una de las señas de identidad de IU desde hace mucho tiempo”.[14] Igualmente, a mediados de este año, la Comisión Obrera Nacional de Catalunya declaraba a un diario su apoyo a la RB, especificando como cuantía para la RB  unas 50.000 pesetas por persona, unos 300 euros aproximadamente. A principios del 2002, Iniciativa por Catalunya-Los Verdes (IC-V) y Ezquerra Republicana de Catalunya (ERC) presentaban conjuntamente una propuesta de ley al Parlament de esta comunidad reclamando la RB. últimamente, a lo largo del 2002, las propuestas se han disparado. Veamos algunos ejemplos:

·         Iniciativa por Cataluña-Verdes (ICV) propone una pensión básica, de carácter universal, individual y permanente, y acumulativa al sistema de prestaciones de la SS ahora existentes, para la población de más de 65 años. Unos 312 euros (52.000 pesetas) mensuales por persona, con cargo a los presupuestos de la Generalitat de Catalunya. (EL País, 26 octubre del 2002)

·         El departamento de Benestar Social de la Generalitat informa que a partir de enero del año 2003 otorgará una ayuda económica a todas las familias con hijos de hasta 3 años que lo soliciten, así como a las familias numerosas de hasta 6 años, independientemente del nivel de renta familiar. Esta ayuda será universal, es decir, sin tener en cuenta la valoración económica como se hacia hasta ahora. (El Mundo, 26 octubre del 2002)

·         A partir de enero del 2003, el Gobierno del Partido Popular propone una paga mensual de 100 euros por hijo menor de tres años para las madres que trabajen fuera de casa. Esta paga será deducida del impuesto sobre la renta por cada mes de trabajo que la madre haya realizado fuera de casa. De momento, el ministerio de Hacienda se encuentra con muchos problemas para poner en marcha esta prestación: ¿cobrarán las mujeres con contratos temporales?, ¿qué ocurrirá cuando la madre tenga que deducir por uno o tres hijos y los ingresos salariales sean menores que las cantidades a deducir?, etc., etc. (El País, 30 octubre del 2002) Esta propuesta ya está actualmente en vigor.

·         El Gobierno catalán anuncia ayudas para complementar las pensiones más bajas (viudedad), un aumento entre el 5% y el 10%. La medida significará un ingreso adicional medio de 24 euros mensuales. (El País, 13 noviembre del 2002).

·         Nuria Carrera, quinta teniente de alcalde de Bienestar Social del Ayuntamiento de Barcelona, propone el seguro de gran dependencia; un seguro universal para aquellas personas que requieren ayudas de otras para realizar las actividades más comunes de la vida diaria. Esta situación afecta sobre todo a personas mayores y a las que están discapacitadas. (El País, 14 noviembre del 2002)

Es decir, la idea de la RB va penetrando en las diversas Administraciones del estado, si bien su realización queda muy limitada a concesiones de ayudas en circunstancias muy específicas,  que recortan fuertemente el sentido original y pleno de lo que constituye la RB. Estas modalidades de subsidios son lo que el autor clasifica en este libro como modelos débiles de RB, en contraposición a lo que se considera un modelo fuerte de RB, el cual mantiene y defiende las características estructurales de origen de este derecho ciudadano. Es precisamente la amplitud y variedad del concepto y aplicación de RB lo que conduce a la necesidad de diferenciar entre lo que constituye una RB en su acepción fundamental y las diversas y más débiles conformaciones de este principio. De aquí que surja la necesidad de hacer referencia desde ahora a las rentas básicas en plural, y poder precisar su multiplicidad y variedad de significados, en lugar de utilizar la RB en singular, que nos esconde esta riqueza de propuestas.

La conveniencia de poder utilizar la RB en plural también se le plantea a Jordi Sevilla, portavoz de los temas de economía del PSOE, cuando aborda esta cuestión en su exposición de lo que es la Renta Básica de Ciudadanía. En su libro[15] recalca: “Podemos decir que hoy en España hay más de quince millones de ciudadanos que reciben una especie de renta básica de ciudadanía que a veces se llama mínimo vital exento [de impuestos; sistema fiscal], otras pensiones no contributivas [Seguridad Social], o subsidios de desempleo [INEM], o rentas de inserción [gobiernos autonómicos]” (p. 141). Pero, estas rentas básicas presentan “un problema y dos características...

·         “El problema es que no se trata de la misma cantidad para todos aquellos que las perciben. De hecho, es mayor para aquellos que tienen niveles de renta suficiente como para presentar la declaración de impuestos. Esto hace que el Estado defina distintas rentas básicas[16] para distintos ciudadanos en función del origen histórico de la medida o del instrumento administrativo que la provea generando con ello una falta de equidad”. (p. 141)

·         “Las dos características son su carácter de no generalidad –llega a muchos, pero no a todos los ciudadanos- y su condicionalidad bien a trabajar, bien a ser pobre… Se trata, pues, de una renta básica parcial, condicionada y asimétrica a favor de los que más tienen”. (p. 142)

Conclusión

 La caracterización y tipología de la RB que se hace en este libro, y la consideración de la dinámica del concepto y su realización en los últimos años, nos lleva a plantear que ha llegado el momento:

·         De hablar de la RB en plural

·         De que esto tiene la ventaja de que nos permite clasificar y diferenciar las rentas básicas entre fuertes y débiles

·         Que las RBs débiles se distinguen por violentar las tres características estructurales, (individualidad, universalidad e incondicionalidad) y por su naturaleza asistencial. Ponen todo el acento en la limosna pública.

·         Mientras que, si pretendemos el cambio social,justicia, no queda otra alternativa que proponer RBs fuertes, que contienen unas características que conducen sin disimulos a la transformación de esta sociedad. Ponen todo el énfasis en la justicia y no en la caridad.


AGRADECIMIENTOS

Ben sei que non hai nada novo embaixo do ceo, que antes outros pensaron as cousas que ora eu penso.
 Rosalía de Castro.

Casi siempre que se estudia un tema, son muchos los participantes. Un trabajo como este es siempre el fruto de la confluencia de ideas y tareas en las que han incidido muchas personas, grupos e instituciones: realmente, son ellas mismas las que han hecho posible este trabajo, las que han dado vida y contenido al estudio. Por esta razón, deseo expresar mi agradecimiento a todas ellas por su presencia en el mismo. En este sentido, recuerdo una frase de Isaías que dice: antes de que yo naciera, las generaciones me guiaron.

Razón para comenzar primero por recordar la participación imprescindible de los muchos pensadores que están en la base de este trabajo: desde Marx a Van Parijs, pasando por Bentham, Friedman, George, Locke, Nozick, Proudhon, Rawls, Tobin, y otro gran número de estudiosos que, por copia o plagio, admiración o entusiasmo, adhesión, rechazo o incluso desconcierto, han ido conformando el fondo de mi saber y entender; ellos han intervenido, unas veces incorporando una serie de interrogantes a mi tentación de encontrar soluciones simples a aspectos complejos; otras aportando una sucesión de respuestas a muchas de mis dudas, fruto de mis propias limitaciones. Como dice Rosalía de Castro, otras personas meditaron antes aquello que yo pienso.

Quiero, también, destacar el apoyo de la Fundació Jaume Bofill, de Barcelona. Sin su confianza en la validez social de lo que significa la RB como derecho ciudadano, y sin su apoyo económico, casi seguro que el encuentro y la participación de todos nosotros en este empeño no hubiera sido posible.

Decía que el estudio de los proyectos necesita siempre de la mano y el aliento de amigos y organizaciones. Pere Mora i Ticó y la Asociación Ecoconcern - Innovació Social  pusieron a mi disposición la voluntad y los medios con que contaban para la buena realización de este trabajo.

No me quiero olvidar de las gentes de Baladre.[17] Sin ellas, ni el reconocimiento que la RB comienza a tener en el territorio español, ni el objetivo de esta investigación tendrían tanto significado social y político. Aquí debo destacar, en representación de todas ellas, el papel de Manolo Sáez Bayona, quien no ha dejado de seguir el trabajo muy de cerca, y en la forma que él sabe hacerlo: aportando aliento y cariño.

Todo él que necesita trabajar con estadísticas conoce las dificultades que conlleva encontrar las más pertinentes; esto permite evaluar el notable apoyo de las personas que nos ayudan a solventarlas. Aquí debo constatar la ayuda que recibí de Marta Masats y Pere Orriols Tubella, que pusieron a mi disposición los materiales del Institut d'Estadístiques de Catalunya. También al Servicio de Estudios del Banco Bilbao Vizcaya, que me envió todas aquellas publicaciones solicitadas para el desarrollo del tema.

Tampoco hemos de menospreciar la importancia que tienen los detractores y opositores en el desarrollo, tanto del tema como de mi personal interpretación de la RB; sus valiosas objeciones son probablemente las que han contribuido en gran manera a obligarme a percibir mis limitaciones y considerarlas con más atención.   

Finalmente, mencionar la deuda que tengo con Miren Etxezarreta, mi mujer. Tanto en la fase inicial, como a lo largo del desarrollo del proyecto, he contado muy generosamente con su saber, su alentador espíritu crítico y su exigencia profesional. Pero, sin duda, su mayor aportación ha sido la de aguantar nuestras tensiones durante la realización de este trabajo.

Por supuesto, la interpretación del tema refleja únicamente mi visión del mismo; esto me responsabiliza exclusivamente de todos los errores que puedan encontrarse en estas páginas.

 A todos, gracias otra vez.


INTRODUCCIóN

 

Habla y escribe lo que tú creas que sabes, cuéntalo honradamente con toda tu verdad.

No hagas programas en los que no crees, y no mientas.

Di lo que has pensado y has visto y deja a los demás que, oyéndote o leyéndote,

se sientan arrastrados también a decir su verdad.  Arturo Barea.

En las sociedades ricas actuales, se está hablando de una nueva prestación social denominada Renta Básica (RB). Esencialmente, consiste en proponer que cada ciudadano/a tenga el derecho a percibir una cantidad periódica para cubrir sus necesidades materiales,  sin ninguna contrapartida a cambio. únicamente, por el mero hecho de nacer,  por la singular razón de existir, la sociedad está obligada a proporcionar a cada ser humano los medios materiales suficientes que garanticen el poder sobrevivir con dignidad.

Esta figura presenta un gran interés, dado que, de llevarse a cabo, alejaría la incertidumbre económica básica de los ciudadanos/as; y, a su vez, si su cuantía alcanzase un cierto nivel económico, erradicaría la pobreza material.

Por su naturaleza y características, la RB no es una propuesta de modificación marginal de los sistemas de protección social actuales, sino que supondría una transformación de gran alcance, afectando muy substancialmente a muchos aspectos de la vida social, tales como la distribución de la renta, el sistema fiscal, el mercado de trabajo, el papel del trabajo asalariado y las motivaciones para su oferta, su impacto en los movimientos sociales y la participación ciudadana en la vida política.

Por todo esto, la adopción de una propuesta como la de la RB  sólo puede lograrse con un imprescindible consenso general, logrado democráticamente mediante un indispensable y amplio debate público.

La RB, por su magnitud y alcance, es una propuesta cuya maduración y capacidad para reunir el respaldo necesario que la convierta en una opción real, no es automática ni espontánea: no podrá eludir la necesidad de abrirse paso en el marco de un intenso debate ideológico y político, que obliga a definir de antemano con el mayor rigor su naturaleza esencial, sus contenidos básicos, sus lineamientos estratégicos y sus propuestas de políticas inmediatas, su coherencia interna, las razones de su viabilidad económica y política.[18]

Para iniciar y avanzar en esta tarea se presenta este trabajo. Se considera, además, que la misma  podrá ser más fértil, concreta y rigurosa al aplicarla a un marco territorial y temporal específico. Por ello, la investigación que aquí se presenta  estudia  lo que supondría la implantación de la RB en Catalunya.

 El Proyecto de la Renta Básica en Catalunya

Con esta finalidad, se elaboró un proyecto de investigación sobre la Renta Básica en Catalunya, el cual ha podido realizarse gracias a la esencial ayuda financiera de la Fundació Jaume Bofill. Idealmente, el proyecto debería constituir un instrumento que respondiese a tres aspectos. Primero, servir de orientación para el debate social que ya se está produciendo en muchos grupos sociales, académicos, sindicales y políticos sobre la conveniencia de exigir la RB en Catalunya, y extenderse después por en todo el territorio español. Segundo, ayudar a orientar los primeros pasos de la implantación de la RB en el momento que las fuerzas sociales la asuman y la lleven para su correspondiente debate dentro de los respectivos Parlamentos. Tercero, y no menos importante, ser un referente útil a la hora de promover y documentar otros proyectos de investigación sobre el tema, tanto a nivel de Autonomías como de Ayuntamientos.

Los términos de referencia, u objetivos de este trabajo, son los siguientes:

Estudio de las posibilidades de la implantación de la Renta Básica en Catalunya, así como sus limitaciones y  relaciones con el sistema económico y social, en el marco del Estado español.

El análisis de la implantación de la RB requiere un estudio integral de sus dos dimensiones fundamentales. Una consiste en exponer el concepto y las escuelas filosóficas que defienden la justificación ética de la RB, de forma que permita asentar con solidez su deseabilidad y conveniencia social. La otra consiste en el análisis de la viabilidad económica de la RB en Catalunya, explorando tanto la vertiente del coste como las posibilidades de su financiación.

Por tanto, el estudio se presenta en dos partes, que constituyen los ejes centrales del trabajo. En la Parte I, se explica que es la Renta Básica, sus diversas modalidades, los fundamentos éticos, o deseabilidad de la propuesta, y la financiación, o viabilidad económica de este derecho ciudadano. En la Parte II, se añaden las reflexiones  sobre el impacto que la implantación de la RB puede originar en el mercado de trabajo, en el actual sistema de protección social, y en el desarrollo del conjunto de la economía. Este eje termina con un Capítulo de conclusiones, además de los Anexos y materiales estadísticos pertinentes. En el Esquema 1 presentamos un mapa de la geografía de la RB, para mostrar las relaciones entre los distintos componentes que conforman esta propuesta.

Algunas limitaciones de esta investigación

Limitaciones estadísticas. Para un estudioso individual, como es mi situación, que promueva y estudie una propuesta como la que contiene el derecho ciudadano a la RB, al margen de si se proyecta para el ámbito municipal, el autonómico o el estatal, existen unas dificultades de índole estadística que son imposibles de solucionar.

En primer lugar es difícil encontrar información homogénea para diversos periodos de tiempo. Es práctica frecuente en la Administración presentar determinadas estadísticas sólo para algunos años, así como alterar las clasificaciones y sistemas con los que proporciona las series de datos, lo que hace imposible presentar de forma sistemática determinada información. Ello nos ha obligado, en algunos casos,  a utilizar cifras que pertenecen a distintos ejercicios económicos cuando hubiera sido más adecuado referirlos a la misma fecha.

       Algunos datos que hubieran ayudado a construir los argumentos que aquí se utilizan no existen o

Ver Esquema 1.- Mapa de la Renta Básica (pinchar Atrás para volver a esta página)

 han dejado de publicarse. Respecto a las variables referentes a aquellos aspectos cuyas transferencias no han tenido lugar, la información a nivel de Comunidad Autónoma es muy limitada. En este estudio, este aspecto ha tenido particular incidencia respecto a los datos acerca de  la  Seguridad Social, que hubiera sido necesario conocer con mucho más detalle a nivel de Catalunya, pero los datos desagregados no existen en los conceptos que hubiéramos deseado contrastar. Por otra parte, la Generalitat ha dejado de publicar el detalle de algunas partidas de sus presupuestos.

       En particular es necesario referirse a las dificultades de obtención de información estadística referente a la fiscalidad.  En este estudio, uno de los objetivos principales consiste en redistribuir la renta a través de la concesión de una RB a toda la población, mediante diversos procedimientos de aumento de la presión fiscal, de forma progresiva. Y es aquí donde las dificultades de obtener la información necesaria se convierten en insuperables. Simplemente, los datos sobre la imposición fiscal y quienes la satisfacen no son publicados.

Se da la circunstancia que, incluso el primer partido de la oposición como es el PSOE, con capacidad institucional reconocida oficialmente para reclamar información del sector público, se encuentra con serios obstáculos para acceder a los datos sobre fiscalidad. Alfredo Pastor, profesor de Teoría Económica del Instituto de Estudios Superiores de Empresa (IESE)  y ex secretario de Estado de Economía durante el último gobierno socialista, que ha desarrollado cargos en el Banco Mundial y el Banco de España, enjuicia y pondera de esta manera las dificultades estadísticas con que se encuentran para la elaboración del próximo programa socialista: "las propuestas fiscales han de estar muy bien formuladas y pensadas. Jordi Sevilla había estado en el Gobierno y sabe que hacer propuestas fiscales desde la oposición es muy complicado porque Hacienda tiene todos los datos y nadie más".[19]

Los Gobiernos del PP han venido a reforzar esta política oficial de opacidad fiscal. Por ejemplo, el Ministerio de Hacienda y la Agencia Tributaria han abandonado o silenciado la información sobre el pago de impuestos y el fraude fiscal. "Las memorias de gestión tributaria publicadas por la Administración desde 1978 desaparecieron de la circulación a partir de 1996, práctica muy querida y eficaz de los Gobiernos del Sr. Aznar. En una clara vulneración de las obligaciones de todo servidor público y del derecho de los ciudadanos a percibir información veraz del Estado, los departamentos de Economía y Hacienda han actuado según el principio de que lo que no se conoce no puede criticarse, y, por tanto, la política de control de la opinión pública más eficaz es la supresión de la información. El resultado es que hoy no se sabe quién paga impuestos en España, en que proporción lo hace y cuáles son la aportación fiscal relativa de empresarios y trabajadores".[20]

Ello nos ha llevado a sortear las dificultades a nuestro mejor saber y entender, pero conscientes de sus limitaciones. Ya se ha señalado que la falta de información sistemática en el tiempo se ha solventando refiriéndose a años distintos cuando era posible e indicándolo en todos los casos; por otra parte, la carencia de ciertos datos a nivel autonómico nos ha obligado a trabajar con el supuesto de que la realidad de Catalunya refleja una tendencia bastante similar a la de la economía española; por ejemplo, en la estructura de impuestos, en la de pensiones, en las políticas de empleo, etc. Es sabido que la situación no es idéntica , pero se considera que las discrepancias no son tan significativas como para invalidar el que los datos existentes puedan servir para reflejar las grandes tendencias.

Pensamos, por otro lado, que la implantación de la RB es una cuestión política, más que técnico / financiera, y que si de lo que es de persuadir primero a la sociedad y  después al Estado para la implantación de la RB, éste último habrá de hacer que las correspondientes Administraciones realicen el trabajo de cuantificar los aspectos más opacos de la propuesta. La implantación del Euro como moneda única es un buen ejemplo; el cambio de moneda en quince países constituye un proceso bastante más difícil y, sin embargo, cuando a los poderes dominantes les ha convenido, estos obstáculos se han solucionado.[21]

Limitaciones institucionales. Constituyen otro bloque de gran significación, especialmente porque este estudio se refiere sólo a un componente del estado español, Catalunya, que no tiene la posibilidad de tomar todas las decisiones que se refieren a su vida social, económica y política.

 Catalunya, como Comunidad Autónoma, no cuenta todavía con muchas de las competencias que son indispensables para implantar un proyecto de la naturaleza de la RB. Lo que hace que el proceso de implantación sea más difícil. Por ejemplo, el Gobierno central gestiona la Seguridad Social, y realiza gran parte de las reformas del mercado de trabajo; por tanto, la Generalitat no cuenta con la facultad de transferir los fondos de pensiones ni las subvenciones por políticas activas y pasivas de empleo a la financiación de la RB. Tampoco puede promover la armonización fiscal, o la reasignación de todas las partidas del gasto público - sí de algunas- que se propone  para financiar la RB; léase el aumento de los diversos tipos de impuestos, la parte del gasto en defensa nacional,  las contribuciones a las iglesias  y ONGs, etc.

Existen también otros aspectos a tener en cuenta respecto a la relación entre el Estado central y la Comunidad Autónoma. Por ejemplo: la Seguridad Social actual se rige por el principio de Caja única, régimen único,  para todo el Estado. Si las prestaciones de ésta son  sustituidas por la RB sólo en Catalunya, al ser superiores a muchas de aquellas, podría producirse un agravio comparativo con el resto del Estado español. De hecho ya está sucediendo esto respecto a las rentas mínimas de inserción: en un informe, elaborado por el Consejo Económico y Social (CES) en mayo del 2001 sobre la exclusión social, se señala "el 20% de los españoles vive en la pobreza y sufre las diferencias de subsidios entre comunidades".

Es decir, el hecho de estudiar la implantación de la RB sólo en una Comunidad Autónoma plantea importantes problemas de articulación entre las dos instancias de poder: las Autoridades autonómicas y el Gobierno central. Cómo resolver esta problemática desborda el marco de esta investigación, pero nos parece conveniente mencionarlo. Por otra parte, si existe la suficiente voluntad política para plantear el tema,  no parece imposible encontrar fórmulas  para enfocarlo y resolverlo.

Para poder superar esta clase de limitaciones institucionales y continuar con el estudio de la RB para Catalunya, hemos tenido que establecer y trabajar a partir del supuesto de que Catalunya es un país con toda la soberanía política y la capacidad para proponer y aplicar todas las medidas políticas y económicas, fiscales y laborales, etc., que son pertinentes para la implantación de la RB.

El hecho de apostar por la RB como un derecho ciudadano y no una mera medida asistencial puede también implicar otras limitaciones políticas que será necesario soslayar. En principio un derecho ciudadano generalizado requeriría introducir una enmienda en la Constitución Española.[22] Se trataría de modificar el Título Primero, e incluir en el Capítulo Segundo de la misma, un artículo que diga algo similar a: todas las personas que vivan en los diversos pueblos del territorio español tienen el derecho a percibir una RB para cubrir las necesidades materiales.

Todas estas dificultades estadísticas y político-jurídicas nos han llevado a realizar una opción para la realización de este trabajo que es necesario tener muy en cuenta para enfocar el mismo: al investigar sobre la implantación de la RB en Catalunya no se pretende producir un diseño detallado y cuantificado de lo que ésta supone, sino que se trata de realizar una primera aproximación a una propuesta concreta sobre la RB en esta Comunidad, identificar lo que la misma implica, y proporcionar algunas aproximaciones cuantitativas y cualitativas a lo que ello pueda suponer. En particular, no debe considerarse que las valoraciones cuantitativas reflejan estimaciones precisas sino que tratan de mostrar algunas aproximaciones a los órdenes de magnitud de las variables que son afectadas por y para la implantación de la RB. 

 José Peral Jiménez

Otoño en Manhattan

 

Otoño en Manhattan,

otoño antes de tiempo,

como con prisa

septiembre viene ardiendo

esta vez por el norte

con fuego de ojos espesos,

ojos rectangulares

muy abiertos, muy abiertos

otoño, como con prisa

viene las puertas abriendo

y cerrando las ventanas

a un humo fértil y ciego.

De los árboles más grandes

las hojas saltan aladas

de cenizas y cristales,

la inmensidad ruge herida

y un atuendo de barbarie

como mortaja de espinas

estrena antes de acostarse,

antes de hendir sus rodillas

en una cama de carne.

En Manhattan caen las hojas

oliendo a puntos finales,

en Manhattan huele a horror

y en todas sus amplias calles

como en los hombros de de un guiñol

ya gobiernan los alambres,

en Manhattan huele a gas,

a cloacas, a fiambre,

en Manhattan huele mal,

En Manhattan huele a sangre,

no a la de los sin-móvil,

habitantes de desagües,

tierno olvido churretoso

de los que viven en Marte

confeccionando eslabones

en sus corbatas de encaje,

huele a sangre muy grasienta,

a sangre sin más detalle

que un glóbulo puntiagudo,

un glóbulo miserable

hondeando una bandera

con 50 enfermedades,

no huele a la sangre seca

de los que doman las calles

con sus pies despellejados,

con sus ropas todas lastres

delatando su exclusión

de este paraíso infame

donde la mierda y el dinero triunfan

y ya faltaba la sangre,

la sangre limpia de los que no

se mojan ni al acostarse,

la sangre de los que miran

como otros pasan hambre

y no se clavan en los ojos

por lo menos dos puñales,

la sangre de los que viven

mejor que los animales

y por eso son felices

 y disfrutan caridades,

la sangre de los que tampoco,

tampoco son los culpables.

Manhattan es hoy el fruto

del que siembra tempestades,

es el infierno absoluto,

reflejo de todo lo que arde,

de toda la destrucción

que exportan los criminales

en nombre del Dios Dinero:

el más violento y salvaje.

Mahattan ya no se ve,

sus cuernos, como dos sauces

heridos por hachas locas, acaban de desplomarse.

¡¡Booooommmmmmm!!


 

Notas

[1] “Contó con la participación de unos 70 investigadores, funcionarios sindicales y hombres políticos, en representación de 14 países europeos”. G. Lindstedt. Trabajo citado.

[2] En el Número 51/52 de 1989, Zona Abierta dedicará este volumen a “la posición del marxismo analítico con respecto a la justicia y la libertad”. Entre los participantes, encontramos una contribución de P. Van Parijs: Explotación y el desafío libertario; y otra de R. Van der Veen: ¿Puede el socialismo no ser explotador?  Pero, ninguna de ellas está relacionada de forma directa o expresa con la RB.

[3] Fernando Aguiar, Toni Doménech, Andrés de Francisco y Francisco José Martínez

[4] En Hika, nº 88, Crisanto Santa Marina, con "Vida y trabajo", y más directamente ángel Abalde Calparsoro, con "Ingreso universal ¿Incondicional?", responden puntualmente a las objeciones a la RB manifestadas por Zurimendi y Perales.

[5] Es curioso constatar que casi toda la oposición al tema de la RB se ha concentrado en mientras tanto, supongo porque el rechazo viene auspiciado por la propia redacción de la revista.

[6] Aún siendo este trabajo una respuesta a los argumentos de J. Riechmann, el consejo de redacción de mientras tanto no consideró oportuno publicar este artículo. Sin embargo, poco después daría cabida al texto de A. Antón en el número 72 en el que introducía una serie de puntualizaciones al trabajo de J. Riechmann y al primero mío Desde el reparto del trabajo al reparto de la renta.

[7] La mayoría de estos trabajos pueden ser consultados en www.rentabasica.net.

[8] Fundada en 1996, la Asociación Renta Básica (AREBA) es la primera organización nacida exclusivamente con la finalidad de defender y divulgar la RB por todo el territorio español.

[9] En Terrassa (1999), sobre conceptos y teorías; en Cuenca (2000), sobre juventud; en Granada (2001), sobre inmigración; y en Valencia (2002) sobre género.

[10] Desde su acuñamiento (junio de 1984), algunos autores y entidades van añadiéndole algún que otro adjetivo: renta básica de subsistencia (1999), renta básica universal (2000), renta básica de ciudadanía (2001), renta mínima (2001).

[11] Realmente, la naturaleza de estas jornadas fue más bien la de un encuentro de luchas, en el sentido de llamar a los colectivos a dar a conocer sus actividades y conocer las que llevan otros. Para Barcelona, habrá que pensar en cambiarle el nombre.

[12] Para el contenido de la Carta de Derechos Sociales o la polémica surgida, Hika, números 85, 87, 109, 113 facilita interesantes artículos. Véase también el "Resumen y valoración del proyecto de ley contra la exclusión social". Langile, esk-cuis, Azaroa, 1997.

[13] Ciudadanía, Libertad y Socialismo. PSOE, Manifiesto Ideológico. El País, 3 de julio del 2001.

[14] Aportaciones desde la izquierda transformadora. El País, 2 de agosto del 2001

[15] Jordi Sevilla. De nuevo el socialismo. Editorial Crítica. Barcelona 2002.

[16] El subrayado es nuestro.

[17] Baladre es una flor bonita, pero venenosa. Baladre se define como un ámbito de coordinación estatal contra el paro la pobreza y la marginación que ha asumido la defensa del derecho ciudadano a la RB. Acoge una multitud de colectivos de todo el territorio español que trabajan estos temas, con plena autonomía e independencia de las instituciones, partidos, sindicatos y organizaciones confesionales. La mayoría de estos grupos están formados por gentes que padecen directamente estos problemas.

[18] Este párrafo es una interpretación bastante libre de un texto de Vuskovic, (1993, 167)

[19] Negocios, Suplemento de Economía del Diario de Tarragona, 22 de julio del 2001.

[20] Jesús Mota. Una economía cada vez más negra. El País, 19 de agosto del 2001.

[21] "Los 12 Estados de la moneda única efectúan la mayor campaña informativa de la historia para convencer a los ciudadanos de que no deben temer al cambio... Y es que la mitad de los ciudadanos piensan que la sustitución de su moneda nacional por el euro les causará muchos inconvenientes". El País del euro. pp.57 y 59.

[22] En Cataluña, leemos como alguna coalición política está redactando "un proyecto de ley que a partir de enero de 2002 se tramitará ante el Parlament de Catalunya" para legislar una RB. Gara; 2001 urria - 28 igandea. En su debido momento, será interesante comprobar que formula habrá aplicado este grupo político para superar estas dificultades reales.


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